Algunas notas atrás hablamos de los ETP, los Exchange Traded Products, y cuyo nombre representa tanto a ETF, ETC y ETN. Todos ellos son cotizados en bolsa, lo que significa que se pueden comprar y vender como acciones durante el horario de mercado.
En esta nota particularmente, se hablará de los ETN, sus características y diferencias con sus parientes más conocidos, los ETFs.
Qué es un ETN
Un ETN, o Nota Negociada en Bolsa (Exchange-Traded Note en inglés), es un tipo de ETP (Producto Negociado en Bolsa) diseñado como una nota estructurada para seguir o rastrear el rendimiento de un índice, un activo financiero o incluso una estrategia de inversión específica. Así, cuando el índice o activo subyacente sube, el valor del ETN debería aumentar, y viceversa.
Pero, ¿qué es realmente? Un ETN es esencialmente un bono no garantizado emitido por un banco u otra institución financiera. De esta forma, al comprar un ETN, el emisor del producto se compromete a pagar el rendimiento del índice o activo subyacente al inversionista, menos comisión por supuesto. A diferencia de los ETFs (Fondos Cotizados en Bolsa), que poseen los activos subyacentes, los ETNs no tienen participación directa en los activos del índice. Esto significa que el riesgo de crédito del emisor es un factor clave a considerar.
Además de los ETNs y ETFs, existen otros tipos de ETPs como los ETCs (Commodities Negociados en Bolsa), que están diseñados específicamente para seguir el rendimiento de materias primas. Los ETPs, en general, ofrecen una manera conveniente de obtener exposición a diferentes activos sin tener que comprarlos directamente. Por ejemplo, los ETFs se utilizan comúnmente para seguir el rendimiento de un índice amplio del mercado, sectores específicos o estrategias de inversión, mientras que los ETCs permiten invertir en commodities como el oro o el petróleo.
En resumen, los ETNs, al igual que otros ETPs, proporcionan una herramienta flexible para los inversionistas que buscan diversificar sus portafolios y obtener exposición a distintos mercados y estrategias, siempre teniendo en cuenta los riesgos asociados a cada tipo de producto.
Diferencias entre un ETN y un ETF
Antes de mencionar las diferencias, sí se puede hacer un alcance entre las similitudes. Ambos, ETN y ETF, son instrumentos que se negocian en bolsa y permiten a los inversores acceder a una amplia gama de activos subyacentes y sus rendimientos.
- Estructura y naturaleza del producto: Un ETN es esencialmente un bono no garantizado que sigue el rendimiento de otro activo o índice, es decir, no posee los activos subyacentes que está diseñado para seguir. Mientras que un ETF es un fondo de inversión que posee activos subyacentes (como acciones, bonos, materias primas, etc.) y emite unidades de participación que se negocian en bolsa. Los inversores en ETFs poseen una parte proporcional de los activos del fondo.
- Riesgo de crédito: En los ETN existe un riesgo de crédito, ya que el inversor depende de la capacidad del emisor para cumplir con sus obligaciones de pago. Si el emisor enfrenta dificultades financieras, podría no cumplir con sus promesas de pago. Por otro lado, en los ETFs si el gestor del instrumento enfrenta problemas, los activos subyacentes del fondo están separados y protegidos, y dan respaldo al instrumento.
Cómo y cuándo incluir los ETN en el portafolio
Los ETNs pueden ser atractivos para ciertos inversionistas o bien, en situaciones específicas debido a sus características únicas y a cómo se estructuran. Es muy importante, eso sí, entender que existe un riesgo asociado con el emisor del ETN. El inversionista debe asegurarse de entender el mercado en el cual va a invertir, el emisor que está ofreciendo el ETN y ser capaz de evaluar los riesgos crediticios y entender la estructura del producto.
Estos productos podrían ser la respuesta para inversionistas sofisticados que desean tener exposición a índices o activos subyacentes que pueden no estar fácilmente disponibles a través de otros vehículos de inversión. Por ejemplo, un ETN puede rastrear un índice de materias primas o una estrategia de inversión compleja que no se pueda replicar fácilmente con acciones o ETFs.
Además, los ETNs pueden ser útiles en estrategias de corto plazo, arbitraje o fondos de cobertura donde el rendimiento de un índice subyacente es crucial para los resultados. Algunos inversores pueden utilizar ETNs para invertir según cómo ellos proyectan que serán los movimientos de precios de corto plazo en mercados específicos.
Así, los ETNs podrían ser incluidos en un portafolio cuando se entienden completamente los riesgos asociados y se identifica una necesidad específica de inversión que estos instrumentos pueden satisfacer mejor que otras alternativas. Sin embargo, debido al riesgo de crédito inherente y otras consideraciones, es fundamental realizar una investigación exhaustiva y considerar la asesoría de un profesional financiero antes de invertir en alguno de ellos.