Los temores sobre valoraciones en IA arrastran al Nasdaq mientras los inversores reevalúan la narrativa de crecimiento
Puntos clave:La venta en tecnología ligada a IA se intensifica: el bajo desempeño del Nasdaq estuvo impulsado por renovadas ventas en acciones vinculadas a la inteligencia artificial, con Oracle y otros grandes beneficiarios de la IA rezagándose ante crecientes dudas sobre valoraciones y...
La venta en tecnología ligada a IA se intensifica: el bajo desempeño del Nasdaq estuvo impulsado por renovadas ventas en acciones vinculadas a la inteligencia artificial, con Oracle y otros grandes beneficiarios de la IA rezagándose ante crecientes dudas sobre valoraciones y monetización.
El retroceso refleja una revaluación más amplia de la historia de inversión en IA, ya que los inversores cuestionan la visibilidad de beneficios a corto plazo, el retorno sobre la inversión (ROI) y la sostenibilidad del elevado capex en centros de datos e infraestructura cloud.
El ritmo de adopción bajo escrutinio: encuestas corporativas y recientes reportes de resultados que apuntan a una adopción de IA más lenta de lo previsto han reforzado el temor de que las expectativas del mercado se hayan adelantado a los fundamentos.
Resumen del mercado:
Las acciones estadounidenses, en particular el Nasdaq, volvieron a enfrentar presión a medida que se profundizó la venta en acciones tecnológicas vinculadas a la inteligencia artificial, arrastrando el sentimiento general del mercado. Oracle y otros grandes beneficiarios del auge de la IA mostraron un desempeño inferior, ya que los inversores se mostraron cada vez más cautelosos ante valoraciones elevadas, el ritmo de monetización de la IA y la sostenibilidad del fuerte gasto de capital en centros de datos e infraestructura en la nube.
El retroceso responde a una revisión más estructural de la narrativa de la IA, más que a un catalizador puntual. Si bien la demanda de largo plazo por servicios de IA sigue siendo sólida, el mercado está adoptando un enfoque más selectivo, cuestionando la visibilidad de beneficios en el corto plazo y la eficiencia del capital invertido. Actualizaciones recientes de resultados y encuestas corporativas que sugieren una adopción de IA más lenta de lo anticipado han reforzado la percepción de que las expectativas podrían haber superado a los fundamentos reales.
La debilidad del sector tecnológico también ha alimentado un mayor sesgo de aversión al riesgo, impactando con más fuerza al Nasdaq que al Dow Jones, que ha mostrado mayor resiliencia gracias a su exposición a sectores más defensivos y orientados al valor. A medida que las acciones retrocedieron, la volatilidad aumentó, contribuyendo a una estabilización tardía del dólar estadounidense y reforzando la demanda por activos refugio como el oro.
De cara al corto plazo, la dirección de Wall Street dependerá de si los próximos datos macroeconómicos de EE. UU. validan el escenario de aterrizaje suave sin un deterioro marcado de las ganancias corporativas. Hasta que exista mayor claridad, las acciones tecnológicas ligadas a la IA podrían seguir expuestas a fases de consolidación, con los inversores priorizando solidez financiera, poder de fijación de precios y defensividad por encima de narrativas de alto crecimiento.
Análisis técnico
Nasdaq, H4:
El Nasdaq mantiene una estructura técnica constructiva pese al retroceso reciente desde la zona de resistencia en 25.700, que continúa actuando como un área relevante de oferta tras el máximo del rally previo. Luego de romper al alza desde la base de consolidación de mitad de año, el precio ha retrocedido hacia la región de 24.650, lo que sugiere un movimiento correctivo más que un cambio completo de tendencia. La estructura alcista de fondo se mantiene mientras el índice conserve el soporte clave del mínimo creciente en torno a 23.900.
Los indicadores de momentum reflejan un enfriamiento, pero aún no confirman un sesgo claramente bajista. El RSI ha descendido hacia la zona baja de los 30, indicando un aumento del momentum negativo y condiciones de sobreventa de corto plazo, lo que podría favorecer un rebote técnico si la presión vendedora se modera. Por su parte, el MACD permanece en territorio negativo con un histograma bajista profundo, señalando una fuerte presión a la baja, aunque el ritmo de venta podría comenzar a estabilizarse si emerge una divergencia de momentum.