El dólar bajo presión mientras los mercados esperan datos laborales retrasados de EE. UU.
Puntos clave: Los mercados siguen descontando mayor flexibilización de la Fed tras el recorte de 25 pb que llevó la tasa a 3.50%–3.75%, con escasa convicción compradora para el dólar. Los informes retrasados de Nóminas No Agrícolas (NFP) y Tasa de Desempleo podrían provocar movimientos bruscos en...
Los mercados siguen descontando mayor flexibilización de la Fed tras el recorte de 25 pb que llevó la tasa a 3.50%–3.75%, con escasa convicción compradora para el dólar.
Los informes retrasados de Nóminas No Agrícolas (NFP) y Tasa de Desempleo podrían provocar movimientos bruscos en el USD: una sorpresa negativa aceleraría las ventas, mientras que un dato sólido solo ofrecería alivio temporal.
El metal oro se beneficia del sesgo dovish de la Fed y de un dólar débil: el bullion alcanzó máximos históricos ante la caída de los rendimientos reales y flujos defensivos.
Resumen del mercado:
El dólar estadounidense se mantuvo bajo presión mientras los mercados continúan incorporando en precios el ciclo de relajación monetaria de la Reserva Federal, tras el recorte ampliamente esperado de 25 puntos básicos que situó la tasa de referencia en el rango de 3.50%–3.75%. Aunque la decisión ya estaba plenamente descontada, reforzó la percepción de que la Fed se orienta hacia una postura más acomodaticia a medida que gana mayor visibilidad sobre la evolución económica tras la resolución del cierre del gobierno estadounidense. Este cambio ha presionado a la baja los rendimientos del Tesoro y ha limitado la demanda por el billete verde, manteniéndolo vulnerable a nuevas caídas.
El sentimiento sobre el dólar sigue siendo frágil antes de una batería de datos laborales retrasados, entre ellos los largamente esperados informes de Nóminas No Agrícolas y Tasa de Desempleo. Tras meses de expectativas acumuladas, el mercado se muestra extremadamente sensible a cualquier sorpresa. Un resultado más débil de lo previsto podría acelerar las ventas del dólar al reforzar los temores de desaceleración económica y justificar una mayor flexibilización monetaria, mientras que un dato resiliente probablemente solo generaría un rebote transitorio, impulsado por una recuperación puntual de los rendimientos.
En este contexto, el metal oro registró inicialmente un fuerte avance hacia nuevos máximos históricos, apoyado por el giro dovish de la Fed, la debilidad del dólar y la caída de los rendimientos reales, que reducen el costo de oportunidad de mantener activos sin rendimiento. No obstante, el rally perdió tracción posteriormente ante la toma de beneficios y una moderación del riesgo geopolítico. Comentarios del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy, mostrando flexibilidad respecto a aspiraciones de la OTAN dentro de negociaciones de paz, redujeron la demanda inmediata de refugio, provocando un retroceso del metal.
Pese a la corrección de corto plazo, el trasfondo fundamental del oro sigue siendo constructivo. Las expectativas de más recortes de la Fed, las persistentes preocupaciones fiscales en EE. UU. y la incertidumbre sobre el crecimiento global continúan respaldando la demanda de activos reales a mediano plazo. Mientras los datos estadounidenses refuercen el argumento de una política monetaria más acomodaticia, es probable que las caídas del oro sigan atrayendo compradores, mientras que el dólar permanece expuesto a movimientos reactivos y dependientes de los datos, más que a una recuperación sostenida.
Análisis técnico
DXY, H4
El DXY continúa bajo presión bajista sostenida tras confirmar una ruptura decisiva por debajo de la línea de tendencia ascendente y del soporte horizontal clave en 99.05. La reciente ola vendedora se aceleró a través de 98.55, abriendo la puerta a un movimiento más profundo antes de encontrar un soporte provisional cerca de 98.10. Aunque el precio ha intentado un rebote menor desde esa zona, la recuperación sigue siendo débil y de carácter correctivo, lo que sugiere que los vendedores mantienen el control de la estructura general. Mientras el índice permanezca limitado por debajo de 98.55, el sesgo de corto plazo favorece nuevas caídas o una consolidación en niveles bajos.
Los indicadores de momentum respaldan este escenario bajista. El RSI se sitúa en torno a 36, reflejando debilidad y dificultad para sostener recuperaciones hacia terreno neutral. El MACD permanece claramente negativo, con ambas líneas por debajo de cero y el histograma ampliándose ligeramente a la baja, señal de que el impulso bajista sigue presente pese a cierta desaceleración en la presión vendedora.
El metal oro ha extendido su impulso alcista tras una ruptura limpia por encima del rango de consolidación previo en 4,260–4,315, confirmando la continuación de la estructura ascendente dominante. El precio avanzó con decisión hacia la zona de resistencia en 4,370, correspondiente a un área de máximos anteriores donde históricamente ha surgido presión vendedora. Si bien el movimiento confirma un control alcista sólido, la cercanía a esta resistencia mayor sugiere que el impulso podría moderarse, dando paso a una fase de consolidación o a un retroceso correctivo de corto plazo antes del siguiente tramo direccional.
Los indicadores de momentum siguen siendo coherentes con el sesgo alcista, aunque comienzan a mostrar señales de maduración. El RSI se mantiene por encima de 60, reflejando fortaleza, pero su acercamiento a la parte alta del rango indica un posible estado de sobreextensión a corto plazo. El MACD, por su parte, continúa firmemente en terreno positivo con barras del histograma en expansión, lo que confirma la aceleración alcista, aunque con el riesgo de desaceleración si el precio se estanca cerca de la resistencia.