Puntos clave: Las acciones estadounidenses se mantienen cerca de máximos históricos, respaldadas por expectativas de inflación más moderadas, un dólar estadounidense más débil y una creciente convicción de que el ciclo de endurecimiento de la Reserva Federal ya ha concluido. Las expectativas de...
Las acciones estadounidenses se mantienen cerca de máximos históricos, respaldadas por expectativas de inflación más moderadas, un dólar estadounidense más débil y una creciente convicción de que el ciclo de endurecimiento de la Reserva Federal ya ha concluido.
Las expectativas de recortes de tasas para 2026 siguen anclando el sentimiento del mercado, reduciendo las tasas de descuento y sosteniendo las valoraciones bursátiles, especialmente en acciones de crecimiento y tecnología, que dominan el Nasdaq.
Resumen de mercado:
Las acciones estadounidenses continuaron cotizando cerca de máximos históricos en condiciones de baja liquidez propias del cierre de año, con Wall Street respaldado por una combinación de expectativas de inflación más moderadas, un dólar estadounidense más débil y una creciente convicción de que el ciclo de endurecimiento monetario de la Reserva Federal ha quedado firmemente atrás. El S&P 500, el Nasdaq y el Dow Jones se han beneficiado de la expectativa de que las tasas de interés comiencen a bajar en 2026, reforzando el denominado rally de Santa Claus, incluso cuando la liquidez sigue siendo limitada de cara a los festivos de fin de año.
Los datos macroeconómicos recientes de EE. UU. han inclinado el equilibrio a favor de los activos de riesgo. Lecturas de inflación más suaves a comienzos de mes, junto con una moderación en los precios al productor y señales de enfriamiento en el impulso del mercado laboral, han reducido los temores de un nuevo ciclo de endurecimiento monetario. Si bien el crecimiento económico sigue mostrando resiliencia, el conjunto de datos ha sido “lo suficientemente débil” como para mantener vivas las expectativas de recortes de tasas, reduciendo las tasas de descuento y respaldando las valoraciones bursátiles, especialmente en los sectores tecnológico y de crecimiento, altamente sensibles a las tasas de interés.
La debilidad del dólar ha reforzado aún más el soporte para las acciones estadounidenses. Un billete verde más débil mejora la conversión de ingresos en el exterior para las multinacionales y ha favorecido flujos de cartera globales hacia el mercado accionario de EE. UU. Al mismo tiempo, la caída de los rendimientos reales ha reducido la competencia de la renta fija, manteniendo a las acciones como una alternativa atractiva pese a las valoraciones elevadas. Los inversores parecen dispuestos a mirar más allá de la incertidumbre macro de corto plazo, enfocándose en unas condiciones financieras más laxas y expectativas de beneficios corporativos estables de cara a comienzos de 2026.
En el frente geopolítico, una leve distensión en las tensiones de Oriente Medio ha contribuido a estabilizar el sentimiento de riesgo, permitiendo que las acciones avancen gradualmente mientras la volatilidad se mantiene contenida. No obstante, bajo la superficie persiste la cautela. Las preocupaciones en torno al aumento de los déficits fiscales en EE. UU., la fuerte emisión de bonos del Tesoro y la sostenibilidad de los múltiplos bursátiles siguen presentes, lo que sugiere que el impulso alcista podría moderarse una vez desaparezcan los factores estacionales. Por ahora, Wall Street continúa respaldado por el optimismo en política monetaria y el posicionamiento de fin de año, aunque sigue siendo vulnerable a sorpresas inflacionarias o a cambios abruptos en el tono de la Reserva Federal.
Análisis técnico
Nasdaq, H4:
El Nasdaq continúa operando dentro de una tendencia alcista bien definida en el mediano plazo, con la acción del precio manteniéndose cómodamente por encima de niveles clave de retroceso de Fibonacci derivados del avance previo. El índice se encuentra consolidando justo por debajo de la resistencia en 25.700, una zona que ha limitado repetidamente los intentos de ruptura al alza. A pesar de varios retrocesos desde este nivel, la ausencia de una continuación bajista agresiva sugiere que la presión vendedora sigue siendo correctiva y no implica un cambio de tendencia. La formación de mínimos crecientes por encima del área 24.800–25.000 refuerza la solidez de la estructura alcista.
Desde el punto de vista estructural, el índice permanece respaldado por medias móviles de corto plazo en ascenso, con el precio recuperando de forma consistente las medias de 20 y 50 periodos tras retrocesos puntuales. Este comportamiento es típico de una fase de digestión saludable dentro de una tendencia alcista, más que de un proceso de distribución.
Los indicadores de momentum siguen siendo constructivos. El RSI se mantiene cerca de 60, por encima del nivel neutral de 50, lo que indica un impulso alcista sostenido pese a las consolidaciones periódicas. Por su parte, el MACD intenta estabilizarse tras un retroceso moderado, con el histograma mostrando señales iniciales de mejora en el momentum. Aunque aún no se observa una expansión alcista contundente, la presión bajista parece limitada.
Niveles de resistencia: 25.700,00 – 27.000,00 Niveles de soporte: 23.900,00 – 22.500,00
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