El oro alcanza nuevos máximos históricos en medio de la debilidad del dólar y el aumento del estrés geopolítico
Puntos clave: El oro superó de forma decisiva los 4.400 dólares, reforzando el impulso alcista, ya que los inversores persiguieron el movimiento pese a la baja liquidez estacional, lo que señala convicción y no toma de utilidades. Las expectativas de recortes de la Reserva Federal siguen siendo...
El oro superó de forma decisiva los 4.400 dólares, reforzando el impulso alcista, ya que los inversores persiguieron el movimiento pese a la baja liquidez estacional, lo que señala convicción y no toma de utilidades.
Las expectativas de recortes de la Reserva Federal siguen siendo el principal motor macro, con el mercado descontando cerca de 60 puntos básicos adicionales de recortes en 2026, presionando a la baja los rendimientos reales y al dólar estadounidense.
Resumen de mercado:
El oro extendió su rally histórico, rompiendo con claridad por encima del umbral de 4.400 dólares por onza, impulsado por una combinación poderosa de expectativas de política monetaria más flexible en Estados Unidos, debilidad persistente del dólar y una escalada de tensiones geopolíticas que reforzó la demanda por activos refugio. El avance de fin de año deja en evidencia que los inversores se han mantenido plenamente activos pese a la liquidez reducida por las fiestas, optando por seguir el momentum en lugar de asegurar ganancias.
Desde el punto de vista macroeconómico, las expectativas sobre la Reserva Federal continúan siendo el principal catalizador. Datos más suaves de inflación y mercado laboral en EE. UU. han fortalecido la convicción de que el ciclo de relajación monetaria está lejos de завершarse, con los mercados monetarios descontando cerca de 60 puntos básicos adicionales de recortes de tasas en 2026. La combinación de rendimientos reales más bajos y un dólar que acumula una caída cercana al 9% en el año ha mejorado de forma significativa el atractivo relativo del oro, especialmente para inversores fuera de Estados Unidos.
El riesgo geopolítico ha añadido una nueva capa de soporte. El aumento de tensiones en el Caribe tras el bloqueo de Washington a petroleros venezolanos, junto con la persistente incertidumbre en torno a una eventual resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania y nuevos focos de tensión en Medio Oriente, ha mantenido elevada la demanda por refugio. De forma destacada, las acciones de EE. UU. contra buques de la llamada “flota en la sombra” venezolana han sido citadas por analistas como un nuevo catalizador para flujos hacia el metal.
La demanda estructural sigue siendo sólida. Los bancos centrales se encaminan a comprar alrededor de 850 toneladas de oro en 2025, mientras que los ETF respaldados físicamente han registrado sus mayores entradas desde 2020. Aunque la demanda de joyería se ha moderado debido a los precios récord, los flujos de inversión y las compras del sector oficial continúan sosteniendo el mercado.
De cara a los próximos meses, el sesgo del oro se mantiene alcista, aunque el posicionamiento extendido y la baja liquidez de fin de año podrían amplificar la volatilidad. Si bien algunos advierten que los bancos centrales podrían adoptar un tono más restrictivo en 2026, la combinación actual de expectativas dovish de la Fed, estrés geopolítico y demanda institucional sostenida sugiere que las correcciones seguirían siendo vistas como oportunidades de compra, más que como señales de agotamiento de la tendencia.
Análisis técnico
Oro, H4:
El metal oro ha reafirmado su estructura alcista en el gráfico, rompiendo con decisión al alza tras resolver una prolongada fase de consolidación. El precio aceleró por encima del anterior bloque de resistencia ubicado en la zona 4.310–4.330, confirmando un movimiento de continuación tras la corrección previa. Este nivel, que antes actuaba como techo, ahora ha sido aceptado como soporte, reforzando el sesgo alcista dominante.
Los indicadores de momentum respaldan con fuerza la ruptura. El RSI se ha desplazado firmemente hacia territorio de sobrecompra, lo que en este contexto refleja fortaleza direccional más que agotamiento. Este comportamiento es típico de fases impulsivas de tendencia, donde el momentum se mantiene elevado durante la expansión del precio. Por su parte, el MACD se mantiene claramente en terreno positivo, con histograma en expansión y líneas de señal ascendentes, indicando aceleración del impulso alcista y amplia participación en el movimiento.
Niveles de resistencia: 4.500, 4.560 Niveles de soporte: 4.455, 4.420