El crudo se mantiene volátil, marcando mínimos de varios años antes de rebotar de forma moderada tras las sanciones de EE. UU. a petroleros venezolanos.
El bloqueo impulsado por Trump y la presión militar previa podrían restringir la oferta venezolana en el corto plazo, generando episodios puntuales de soporte alcista.
La sobreoferta estructural sigue dominando: los recortes de OPEP+ se están deshaciendo, los inventarios flotantes superan los 1.000 millones de barriles y las curvas de futuros permanecen en contango.
Resumen del mercado:
Los precios del petróleo crudo prolongaron su elevada volatilidad reciente, asentándose en mínimos de varios años antes de rebotar ligeramente tras el anuncio del presidente de EE. UU., Donald Trump, de un bloqueo total a los petroleros sancionados que transportan crudo venezolano. El martes, el Brent cayó un 2,71 % hasta $58,92, mientras que el WTI retrocedió un 2,73 % hasta $55,27, registrando su cierre más bajo desde febrero de 2021. La caída reflejó preocupaciones por un mercado ampliamente sobreabastecido, la debilidad de la actividad económica en China y avances tentativos en las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, que podrían aliviar sanciones sobre el crudo ruso.
Las medidas de Trump contra Venezuela —que incluyen presión militar intensificada, despliegue de buques de guerra y incautaciones previas de petroleros— introducen un posible catalizador alcista al limitar la oferta en el corto plazo. Al mismo tiempo, las sanciones de EE. UU. y la Unión Europea contra Rusia continúan restringiendo las exportaciones de crudo, manteniendo la presión geopolítica sobre la oferta global. No obstante, el mercado sigue claramente sobreofertado: OPEP+ está deshaciendo recortes con rapidez, los inventarios flotantes superan los 1.000 millones de barriles y las curvas de futuros en contango reflejan un exceso estructural persistente.
La desaceleración de la producción industrial y las ventas minoristas en China intensifica los temores de que el consumo global tenga dificultades para absorber el aumento de la oferta, mientras que se espera que los inventarios de crudo en EE. UU. continúen creciendo hasta 2026. Además, el estrés financiero en el sector energético estadounidense podría limitar la perforación, el gasto de capital y el empleo en los servicios petroleros.
El mercado petrolero navega así una compleja interacción entre sobreoferta estructural, shocks geopolíticos y dinámicas de política económica. Si bien las sanciones de EE. UU. y la UE sobre Rusia y Venezuela pueden restringir temporalmente la oferta, cualquier avance significativo en las conversaciones entre Rusia y Ucrania podría liberar barriles adicionales al mercado. La política de la Fed y las expectativas de crecimiento global también influyen en el crudo a través del dólar. La volatilidad probablemente persistirá hasta que haya mayor claridad sobre las exportaciones venezolanas, la disciplina de OPEP+ y el suministro ruso, dejando a los traders atrapados entre fundamentos bajistas y choques alcistas episódicos.
Análisis técnico
CL-Oil, H4:
Los precios del petróleo crudo permanecen atrapados dentro de una tendencia bajista bien definida, caracterizada por una secuencia persistente de máximos descendentes y una caída superior al 10 % desde el máximo de noviembre. La estructura bajista se reforzó tras una ruptura decisiva de un patrón de bandera bajista, una señal clásica de continuación, seguida por la pérdida del soporte clave de liquidez en torno a $56,70 por barril.
La ruptura de esta zona relevante, que anteriormente había atraído interés comprador, representa un deterioro técnico significativo. Este nivel pasa ahora a actuar como resistencia, limitando cualquier rebote correctivo potencial.
Los indicadores de momentum confirman la presión vendedora dominante. El RSI ha entrado en territorio de sobreventa, reflejando un impulso bajista intenso y sostenido. De forma paralela, el MACD continúa descendiendo sin señales de divergencia alcista, lo que confirma que el momentum negativo sigue siendo la fuerza dominante del mercado.
La combinación de la ruptura del patrón, la pérdida de soportes clave y la alineación bajista del momentum refuerza el escenario de debilidad adicional. El camino de menor resistencia continúa siendo a la baja, con el siguiente soporte relevante proyectado cerca de $54,00. Para invalidar el sesgo bajista actual, sería necesaria una recuperación sostenida por encima de la resistencia en $56,70, un movimiento que luce desafiante dadas las condiciones actuales de momentum.