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Contenidos recomendados por Boswell

Boswell 30/07/10 10:59
Ha escrito el artículo La colonia
Boswell 21/07/10 17:18
Ha comentado en el artículo Los Gulags
3...s Claro que los gulags estan presentes en todos nosotros. Es la elección entre el bien y el mal. Quién no sepa la diferecia, tiene un gran problema. Pero hoy me apetece romper un lanza por el comunismo. Mira: estoy caprichoso. De la misma manera que la Revolución Francesa "obligó" a evolucionar a muchas monarquías europeas absolutistas y déspotas, así el comunismo ha sido un fuerza esencial para que el capitalismo salvaje de fines del xix y principios del XX también evolucionara. El comunismo como doctrina es bellísima. Lo malo es su aplicación práctica. Demasiado infortunio, demasiadas millones de personas masacradas por no comulgar enteramente con la supuesta (y muy puta) "Revolución". Ninguna doctrina, sea la que sea, merece la muerte de una sola persona. Y el que piense lo contrario, es realmente es un hijoputa.
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Boswell 09/07/10 19:34
Ha comentado en el artículo El misterio del bigote invisible
Nuria, querida. Este fin de semana tendrás una columna sobre "El bolso". Antes, otra columna de las líricas y cursis. "Lo lenitivo".
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Boswell 09/07/10 19:13
Ha comentado en el artículo El misterio del bigote invisible
Quierida. Yo no sirvo ni para para presidente de la Comunidad de Vecinos. Un vez lo fui (con 32, y ahora tengo 47 años) y monté un cirio tremendo. Todolovi personificado y mosqueado. Lo viejos de la Comunidad, me nombraron por joven e inexperto. Todavía se están arrepintiendo. Atila fue poco comparado con mis vibrantes y atléticos 32 años. Las hostias (verbales) que di allá por 1994, todavía se recuerdan. Que no, Nuriawoman, que no me gusta mandar. Que mandar me da pereza. Y follar siempre es maravilloso: es la comunicación exttema con una mujer. Primero, te la ligas. Después, le seduces. Luego te la follas (más bien te folla a ti. Qué descansado es que una mujer te folle, así tumbado boca arriba y tranquilo. Ojo: si la polla se pone roja como un pimiento porque resulta que tu pareja es la muy muilti orgámiscas, no pasa nada. Aloe Vera y punto. Se te queda fenomenal la polla con el Aloe).
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Boswell 09/07/10 18:49
Ha comentado en el artículo El misterio del bigote invisible
Ay, querido Viejo. Mi padre ya muerto (y ay que te sigo buscando, Papá, y que las esquinas y calles de Madrid me recuerdan a ti. Y ahora me tengo que ocupar todos los días de Mamá, que resulta que casi no se había dado cuenta que ya no estás. Polvo, más polvo enamorado. Esa maravillosa metáfora del indescifrable soneto de Quevedo no me consuela. Me agarro a teorías cósmicas, física cuántica, las vibrantes y doradas cuerdas, pero el hecho siempre es el mismo: ya no estás, y te sigo llorando por las todas las esquinas de Madrid. Por qué las esquinas? Porque las esquinas está hechas para apoyarse y llorar anónima y dulcemente) decía que hay algo peor que ser viejo: ser viejo y pobre. Si en algo tiene sentido nuestro Estado del Bienestar (menuda mierda de nombre), es el apoyo a los viejos y dependientes. Ellos son los más frágiles, y tan solo por una sencilla razón: porque no tienen futuro. Nuestros hijos, nosotros, tenemos expectativa de futuro, mal que bien. Pero y ellos? Tengo una vecina que tiene dos hijos de treinta y muchos. Uno es un brillante ingeniero de telecomunicaciones que trabaja en Telefónica. El otro, mayor que su hermano, es un trozo de carne medio en silla de ruedas, debido a la puta negligencia de un puto médico en el parto. Rompería las piernas y los abrazos a algunos médicos, cabrones. A mi padre, con una genética y un poder físico excepcional, se lo cargaron los médicos. Tres años después de una intervención rutinaria, que acabó con su vida (lentamente) y su independencia física, no he pedido cuentas a los médicos. Para qué, si no me van a devolver a mi padre? Ahora lloro, entre amargo y dulce. Cuando mi padre murió, una parte importante de mí se fue con él. Para siempre. Nunca volveré a ser el mismo. Ya, pocas cosas me hacen ilusión. Sólo vivo por mis dos hijos y poco más. Ni siquiera me hace ilusión escribir. Yo que soy el dominador/emperador de las palabras: las convoco, las congrego, y todas son mías, las palabras. Escribo como putamente meo. Eso le dijo Carmen Rigalt a Paco Umbral, que escribía como meaba, expresando su facilidad para escribir. Pues yo voy más allá, y no hace falta que me lo diga ninguna Carmen. De hecho, querido Paco, puedo escribir mejor que tú. No te jode. Bueno, que me enrollo. Te repito querido Viejo: bienvenida sea la Ley de Dependencia (tendría que ser la primera ley del Estado); bienvenido sean los puntos y menos muertos en carretera; bienvenido el Plan E si ha servido para que un solo parado no haya perdido su autoestima y hasta su cordura. Pero, no, Viejo, no. ZP es indefendible. Es la peste (bubónica o no), es un incapaz: es la mediocridad, la inutilidad personificada. Por qué nosotros, ciudadanos, tenemos que padecer esta clase política, esta casta política, incluida el PP? Anda amigo. Come tu almorssat. Pasea dos horas perfumado por la brisa marina. Tú tienes mar. Yo no tengo ni eso. Al menos me libro de la arena de la playa. Ja, ja.
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Boswell 08/07/10 06:52
Ha comentado en el artículo El misterio del bigote invisible
Es pronto para juzgar, pero a pesar de mi antipatía por Aznar, sale ganado por mucho comparado con ZP. Que por fin haya menos muertos en la carretera o haber creado la ley dependencia, es insuficiente para justificar seis años. En cambio, ha tardado 18 meses en reaccionar a la peor crisis económica de la Guerrra Civil, y cuando lo ha hecho sólo ha sido presionado por los mercados y otros países. Además, ha montado un cirio monumental con temas como el Estatuto de Cataluña o la la innecesaria Ley de Memoria Histórica. Se ha querido cargar la Transición, ese perdón mutuo que nos dimos todos los españoles. Todavía no sabemos el daño que ZP ha hecho a este país. La Señora Historia lo dirá. Mientras, tic, tac, el tiempo corre. Y tenemos todo menos tiempo
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Boswell 06/07/10 04:53
Ha escrito el artículo El braguetazo
Boswell 04/07/10 21:00
Ha comentado en el artículo La Despedida
Bien Nadal, bien. Un gladiador moderno, pero incruento y libre, porque los gladiadores eran esclavos, como Espartaco (por cierto, fantástica la serie que está poniendo el Canal +). Nada hay mejor en tenis que ganar en Wimbledon. Es la catedral del tenis y punto pelota. Además, los ingleses con tantos defectos (como beber demasiado, ser demasiado estreñidos y estirados y hablar muchos un horroroso inglés incomprensible), demuestran su exquisita educación. En las semifinales Nadal-Murray (escocés), apoyaron sin fisuras a Murray, pero con respeto y deferencia hacia Nadal. Si hubiera ocurrido lo mismo en Roland Garros, no me quiero ni imaginar la actitud del público francés. Si con alguien te puedes emborrachar, es con un caballero inglés, que incluso perdida e irremediablemente borracho, se comporta con educación y habla en voz baja, y no el hiriente tono de voz que uno tiene que padecer en cualquier restaurante o sitio público de España. Vamos a acabar todos sordos en España a este ritmo. No voy a glosar más las virtudes de Nadal porque me da pereza y además lo hace todo el mundo. Del tema de la eutanasia ya lo dicho casi todo y además ya también me aburre. Últimamente, me aburren demasiadas cosas. Hasta el sexo, con lo que me gustaba. Estoy seguro que es la pitopausia. Qué se le va a hacer. Una vez, un poco bebido ya, estuve a punto de tomar viagra, como gracia y a ver qué siente. No me animé, porque dicen que no es bueno para el corazón. Y yo añado que tampoco debe ser bueno para la polla, tantas horas empalmado a tope. Eso tiene que doler. Eso es priapismo. Sólo tenemos una polla y debemos cuidarla como se merece. Las mujeres tienen ventaja, porque suelen tener dos tetas, y si una les falla, les queda la otra. Juro que no he bebido nada. Ya sabéis de mi costumbre de no beber y escribir al mismo tiempo. Mucha trola es ésa de que los escritores tienen que beber para inspirarse. Poe, uno de los más intensos dipsómanos de la historia de la literatura, estuvo un milagroso año de abstinencia total (coincidió cuando no tuvo problemas económicos por una vez en su vida, y eso que tenía un padrastro muy rico pero muy tacaño y muy hijo de puta), y en ese año fue capaz de escribir algunos de sus memorables cuentos y relatos cortos. Ya escribí en su día algunas columnas sobre el alcohol, y los llamados “paraísos artificiales” según los versos de Baudelaire. Otros paraísos artificiales muy en boga entonces eran drogas como el opio. Entonces se bebía absenta, una bebida terrible y creo que prohibida en muchos países. Dicen que Poe murió en un deliriums tremens o como se escriba, de absenta. Demasiada literaria me parece esa muerte. Moriría de una cirrosis o de una neumonía, porque era muy pobre (siempre lo fue) y estaba desnutrido. Al final, el pobre de Poe pasó a la historia (académicamente, fue recuperado como genio en los años cincuenta, porque hasta entonces la crítica ortodoxa, y por tanto ferozmente calvinista, de las universidades norteamericanas, lo despreciaba como escritor menor, y tan sólo por haber llevado, según ella, una vida tan disoluta), y nadie se acuerda del cabrón de su padrastro, que le dijo que sólo le ayudaría económicamente si se graduaba en West Point. El pobre Poe aguantó sólo unos meses o un año en West Point. No creo que éste sea el mejor sitio para un poeta y un hombre extraordinariamente sensible (e inteligente). No me imagino a Proust en una academia militar. Se pondría a llorar al primer día. Bueno, es domingo. A ver qué ocurre esta semana. O yo estoy pesimista y los árboles no me dejan ver el bosque, o se está volviendo a preparar la tormenta perfecta, y España como protagonista. Aquí hay algunos que creen mucho en SNB, ese economista catalán. Siempre he sospechado de los pronósticos a largo plazo (“España no empezará a crear empleo hasta el 2014”). Me parece como mínimo una temeridad hacer predicciones a tanto tiempo, si ni siquiera sabemos lo que va a hacer la bolsa o el mercado de bonos esta semana, leches. Así nos pilló el toro a todos en el otoño del 2008. Esto de los mercados es como conducir un coche: tienes la duda de adelantar o no a un camión en una carretera de una sola vía. Piensas que tienes suficiente tiempo. Conoces tu coche y su potencia, pero puede que el adelantamiento sea un poco justo, un poco arriesgado. Qué hacer? Fácil: no adelantar. Pues así los mercados. Ante la duda, abstenerse. Que conste que hoy he hablado un poco de mercados y no sólo de viagras o pollas en vinagre. Que no se diga. Boas noites a todos (Ay, Mane) y que os vaya a todos muy bien esta semana. P.D. Estoy de acuerdo: se acabó el debate. Que cada uno haga con su cuerpo y su libre albedrío lo que quiera.
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Boswell 02/07/10 19:22
Ha comentado en el artículo La Despedida
Desvelada, gracias. Como dice Germinio, lo bueno de este espacio es que es libre de verdad, y no hay límites en los temas. Que le den por culo a la economía, sobre la que no tenemos ninguna influencia. La escritura como liberación, como desahogo, y desde luego como la mejor forma de recuperar el tiempo perdido (pero jamás olvidado. Qué seríamos sin recuerdos, los arbotantes de nuestra personalidad?). Buen tema para un debate, aunque quizás para algunos, inteligentes y con sentido común, prevalezca la doctrina de una creencia religiosa, doctrina que ni siquiera se puede rastrear en los libros milenarios (Evangelios o así), pero que ha sido impuesta por la interpretación de unos supuestos doctos infalibles a través de Concilios y demás reuniones. Paro aquí porque si no voy a empezar a desbarrar sobre la muy Santa Madre Iglesia y luego me arrepiento. Empiezo por el final, que siempre es la mejor manera de empezar. Sí a la eutanasia, bajo ciertas condiciones. Desde luego, sin ninguna intervención del Estado, como bien proponen 3…s y Viejo. Viejo hablaba de los experimentos nazis. Pues eso. Montaigne (que lo supo todo, y escribió sobre todo, más que cualquiera otro en la historia, y encima con un estilo alegre y sencillo. Joder, mira que no me hacéis caso con Montaigne, como tampoco a Germinio con Jared Diamond. Los Ensayos de Montaigne también los tenéis en una fabulosa edición de Acantilado. Centésima vez que lo escribo, y no tengo ningún interés mercantil en esa editorial de Barcelona, desgraciadamente) decía que los malo no es morir, sino cómo se muere. Uno tiene que tener la capacidad (y el amparo legal) de decidir cuándo quiere morir. Ya es posible en Suiza y creo que en Holanda, tan avanzada siempre para estas cosas. La eutanasia (según el diccionario “f. Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él. || 2. Med. Muerte sin sufrimiento físico.”) que es decidida libremente y con las facultades mentales plenas (éste es el gran problema, cuando se llega a ciertas edades o se padecen ciertas enfermedades mentales o degenerativas) no es suicidio. Leches: no sé por qué se empeñan algunos en confundir las cosas. El suicidio es fruto de la máxima desesperación. La eutanasia es fruto de una elección: querer morir cuando nuestro cuerpo no se merece el espíritu que tenemos. Llegará un día en que será posible elegir el momento de morir. Yo lo he pensado alguna vez. Me imagino ya muy viejito. Hecho una mierda. Ni una farmacia entera de viagras me la levanta. A lo mejor soy muy dependiente, pero con la misma lucidez que ahora (entonces, estoy “apañao”. Ja, ja). Decido morir. Arreglo todos los temas materiales, para que mis dos hijos no acaben mal. Me voy con mis hijos (a lo mejor nietos) a darme la mejor comida de mi vida (espero que entonces tenga el apetito de ahora). Y después una siesta, de la que esperaría no volver a despertarme. Yo creo que esto es mejor que morir solo en una UBI, de madrugada. Pero sobre gustos, colores. Hay dos grandes problemas con la eutanasia. Por un lado, nuestra decisión de morir en determinado momento choca contra nuestro genético y atávico instinto de supervivencia: nos gusta vivir (aunque sea en precarias condiciones de salud). Y por otro, si tenemos de verdad plenas facultades mentales. Quién puede valorar que las tenemos? Y un tercer problema más grave. El viejo o el enfermo, y aunque tenga plenas facultades mentales, a lo mejor no puede hablar bien, por supuesto no puede escribir, por ejemplo debido a un ictus. Quién interpreta la voluntad del enfermo? Así fue el caso de mi padre hace ahora unos tres años. Y hace mucho tiempo le prometí a mi padre, y viendo él en el estado senil y enajenado en el que acabó su madre, que no consentiría que él acabara así. Pues yo no hice nada, por supuesto. No porque ahora sea un delito. Eso me la sopla. Mi padre hubiera estado mil veces antes que el riesgo de cualquier acción penal de un Estado que cada vez se mete más en nuestra vida íntima. El Estado es una mierda y punto. No lo hice porque ni siquiera se me pasó por la cabeza hacerlo. Uno siempre tiene la esperanza de que la situación de un enfermo mejore. Y si no tienes finalmente esa esperanza, sí que piensas que al menos el enfermo, en la medida de sus escasas posibilidades, todavía pueda disfrutar de algo de la vida. Tema complejo el de la eutanasia. Todos queremos morir sin dolor. Y que ese misterioso tránsito que es la muerte, sea lo más fluido y menos dramático posible. Que conste que es tránsito hacia la Nada, o más poéticamente, hacia polvo, más polvo enamorado, para así fundirnos con el resto del polvo de estrellas de los multiuniversos infinitos (es la teoría más atrevida y última de la física teórica, muy unida a la teoría de las cuerdas de la física cuántica). En resumen: que el Estado despenalice la eutanasia, y que la regule mínimamente para que no haya abusos o posibles asesinatos interesados (por ejemplo, matar a un viejo muy rico, para que la joven viuda pueda disfrutar cuanto antes de una buena herencia). Si no nos pidieron permiso para nacernos, al menos deberíamos tenerlo para morirnos. Mira: una buena frase. Me voy a ver una peli con mi hijo. Quiere que vea una japonada/friquida/otakunada que se llama “El viaje de Sihiro” o así. Es de dibujos animados. A mí las de Disney tipo “El Rey León” me gustan. Las vi hace años muchas veces con ellos, cuando eran pequeños. El candor e inocencia de mi hijo de casi 16 años (este mes los cumple) me fascina. Ya tendrá tiempo de espabilar. Mientras, no está haciendo el gilipollas en un botellón como muchos de su edad. Amigos: buenas noches y demás saludos en los idiomas provincianos (Ja, ja. Es broma). Y gracias a la dulce Desvelada, que ha superado su timidez y se ha animado a ser autora de un post. Muy bien, Desve. P.D. Como muchas veces, mis comentarios no son precisamente breves. Pues os jodéis.
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Boswell 29/06/10 03:59
Ha escrito el artículo La Bragueta