¿Cómo afecta el tipo de cambio a los ETFs?

Un tipo de instrumento de inversión cada vez más popular por su liquidez, transparencia y disponibilidad para invertir son los ETFs. Partiendo de la idea que el lector ya se decidió por invertir en ellos, vamos a revisar un aspecto que quizás le interese considerar o que puede afectar a uno o varios de los ETFs que usted quiere poner en su portafolio. Este tema es: El tipo de cambio.

El tipo de cambio es la relación que tiene una moneda con otra. Esta variable puede servirle también para otra de las inversiones que tiene o planea tener, pero en esta nota revisaremos cómo podría afectar específicamente a los ETFs. 

Los tipos de cambio son las relaciones entre el valor de una moneda y otra. Por ejemplo, el tipo de cambio entre el peso chileno (CLP) y el dólar estadounidense (USD) indica cuántos pesos chilenos se necesitan para comprar un dólar, o viceversa. Los tipos de cambio varían constantemente según la oferta y la demanda de las monedas en el mercado internacional, así como por factores políticos, económicos y sociales que las afecten.

El tipo de cambio afecta a las inversiones de varias maneras, no siempre negativas. Por un lado, influye en los resultados de los instrumentos de inversión que son cotizados en una moneda distinta a la del inversor. Así, si un inversionista chileno compra acciones de una empresa estadounidense, su rentabilidad dependerá no solo de la evolución de la acción en su bolsa, sino también del tipo de cambio entre el peso chileno y el dólar. Si el dólar se aprecia frente al peso, al final del periodo de inversión, el inversionista obtendrá más pesos al vender sus acciones, y viceversa.

Otra forma, es que el tipo de cambio afecta al riesgo de las inversiones, ya que introduce una fuente de incertidumbre y volatilidad adicional. El riesgo de divisa es la posibilidad de que la moneda del país en el que se invierte caiga o aumente en comparación con la del inversionista, afectando al valor de la inversión. Este riesgo puede reducirse mediante estrategias de cobertura, que consisten en utilizar instrumentos financieros que compensen las posibles pérdidas o ganancias derivadas de las fluctuaciones cambiarias.

Los ETF (Exchange Traded Funds) son fondos de inversión que cotizan en bolsa, como si fueran acciones. Los ETF replican el comportamiento de un índice, una canasta de activos o una estrategia de inversión determinada. Entre sus ventajas están: la diversificación, la transparencia, la liquidez y el bajo costo.

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Los ETF, al igual que cualquier otra inversión, están expuestos al riesgo de cambio cuando invierten en activos denominados en una moneda diferente a la del inversor. Por ejemplo, un ETF que sigue el índice S&P 500 de Estados Unidos tendrá un riesgo de cambio al dólar para un inversor chileno que lo compre en pesos chilenos o que luego quiera traducir su ganancia a pesos chilenos. Este riesgo puede ser positivo o negativo, dependiendo de la evolución del tipo de cambio entre el peso y el dólar.

Para mitigar el riesgo de cambio, existen los ETF con cobertura de divisa, que utilizan contratos de futuros, opciones u otros derivados para neutralizar el efecto de las variaciones cambiarias. Estos ETF permiten al inversor obtener el mismo rendimiento que el índice o los activos subyacentes, sin importar el tipo de cambio. Sin embargo, los ETF con cobertura de divisa también tienen algunos inconvenientes, como el mayor costo, la menor liquidez y la posible desviación del índice de referencia por el hecho de tener otra estrategia adentro también. 

En conclusión, el tipo de cambio es un factor importante que hay que tener en cuenta a la hora de invertir, cualquier tipo de inversión extranjera, ya que puede afectar tanto al rendimiento como al riesgo de la inversión. 

En el caso de los ETFs, los inversionistas pueden optar por instrumentos con o sin cobertura de divisa, según sus preferencias y objetivos. Los ETF con cobertura de divisa reduce el riesgo de cambio, pero también renuncian a la posibilidad de obtener beneficios por las fluctuaciones cambiarias, mientras que los ETF sin cobertura de divisa asumen el riesgo de cambio, pero también pueden aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado de divisas.