Hay un par de ratios que todo inversor que se precie debe tener en el radar, y el PER es el campeón indiscutido. No hablamos de una moda pasajera, sino de la fórmula que, desde hace décadas, ha servido de base para evaluar si una empresa en la Bolsa de Santiago (o en cualquier mercado global) tiene un precio justo, es cara o, por el contrario, representa una ganga.
Este artículo te va a enseñar a desgranar el PER (Price-to-Earnings Ratio) y su interpretación, para que sepas usarlo como un verdadero profesional. Veremos qué cifras necesitas, cómo se realiza el cálculo exacto y, lo más relevante, cómo se aplica esta métrica al contexto de las acciones chilenas, analizando los matices que este mercado presenta.
¿Qué es el PER (P/E Ratio)?
El PER es un acrónimo de Price-to-Earnings Ratio, que se traduce como el Ratio Precio/Ganancias. En pocas palabras, este indicador te muestra cuántas veces el beneficio neto por acción estás dispuesto a pagar por su precio actual.
Imagina que compraste una acción de una empresa chilena a $10.000. Si esa empresa ganó $1.000 por acción el último año, el PER sería 10. ¿Qué significa ese 10? Significa que, a ese precio de mercado, estás pagando diez años de las ganancias actuales de la empresa. De hecho, ese número representa el tiempo, en años, que tardarías en recuperar tu inversión inicial solo con las ganancias generadas por la empresa (suponiendo que dichas ganancias se mantuvieran estables).
Un PER bajo sugiere que la acción podría estar infravalorada o que el mercado tiene pocas expectativas de crecimiento futuro. Un PER alto indica que la acción está sobrevalorada o que el mercado espera que la empresa crezca de forma espectacular. Para un inversor, esta métrica es vital porque permite comparar manzanas con manzanas. Sin ella, no podrías decidir si una acción de una utility chilena es más atractiva que la de un retail solo por el precio de la acción. El PER te da un marco objetivo de valoración fundamental.
Ahora que ya tienes la idea central, es momento de ver cómo se calcula para que no dependas de páginas web y puedas hacerlo tú mismo.
¿Cómo se calcula el PER de una acción paso a paso?
El cálculo del PER es directo, aunque requiere dos datos críticos: el precio actual de la acción y el beneficio o utilidad por acción (UPA).
La fórmula es la siguiente:
PER= Precio actual de la acción / Beneficio por acción (BPA)
1. Precio Actual de la Acción (P)
Este es el componente más sencillo. Es simplemente el precio al que la acción se está transando en este momento en la Bolsa de Santiago (o la bolsa correspondiente). Se toma el último precio de cierre o el precio en tiempo real, si tienes acceso.
2. Beneficio por Acción (BPA o UPA) (E)
Aquí es donde entra el análisis. El Beneficio por Acción es el resultado de dividir el beneficio neto total de la empresa entre el número de acciones en circulación.
BPA= Beneficio Neto Total / Número de acciones en circulación
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¿Qué beneficio usar? Hay dos enfoques principales, y es fundamental que sepas cuál estás utilizando:
- PER Trailing (Histórico): Utiliza las ganancias netas de los últimos cuatro trimestres (los 12 meses anteriores). Es el más común y se basa en datos concretos y auditados.
- PER Forward (Proyectado): Utiliza las ganancias netas estimadas para los próximos cuatro trimestres. Es más especulativo, pues se basa en proyecciones de analistas, pero es el favorito de los inversores que miran al futuro.
Debes acostumbrarte a revisar los Estados Financieros y Memorias Anuales que publican las empresas en la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para obtener los datos de utilidad neta y número de acciones. Usar el PER Trailing te da una base sólida para empezar tu valoración.
Continuemos con la parte más interesante: la interpretación de ese número que acabas de calcular.
¿Un PER alto es bueno o malo para mi inversión?
Esta es la pregunta del millón, y la respuesta es: depende. El PER es una herramienta de valoración relativa, no absoluta. Un PER de 30 no es malo, por sí solo, si la empresa justifica ese precio con un crecimiento espectacular.
Interpretación del PER
Rango de PER |
Interpretación del Valor |
Lo que sugiere el Mercado |
Bajo (Menor a 10-12) |
Posiblemente infravalorada o barata. |
Baja expectativa de crecimiento futuro, riesgo percibido, o sector maduro. |
Medio (Entre 12 y 20) |
Justo valor o en línea con el promedio histórico del mercado. |
Crecimiento estable y predecible. |
Alto (Mayor a 20-25) |
Posiblemente sobrevalorada o cara. |
Alta expectativa de crecimiento futuro (acción growth) o burbuja especulativa. |
Para que la interpretación sea útil, debes considerar tres factores clave en el mercado de Chile:
- Comparación Sectorial: Nunca compares el PER de una empresa minera (sector generalmente maduro) con el de una startup tecnológica (sector de alto crecimiento). Debes comparar una empresa con sus pares directos en su mismo sector y en mercados similares. Por ejemplo, si el PER promedio de las utilities chilenas es 15, y encuentras una a 10, es probable que esté infravalorada (o que tenga un problema oculto).
- Crecimiento Esperado (Growth): Un PER alto está justificado si la empresa tiene un historial de crecimiento de ganancias del 20% anual y se espera que lo mantenga. El mercado está pagando por las ganancias del futuro, no las de hoy.
- Tasa de Interés y Economía Chilena: Cuando las tasas de interés son bajas (lo que ha sido una realidad en Chile en el pasado y puede volver a serlo), los flujos de caja futuros se descuentan menos, lo que tiende a inflar los PERs de las acciones en general. En cambio, con tasas altas, el mercado exige una mayor rentabilidad y los PERs tienden a ser más moderados.
Recuerda que el PER es una fotografía del pasado o una proyección del futuro, pero no te da el panorama completo sin otras métricas.
¿Cuáles son las limitaciones del PER y qué otras métricas usar?
Es importante ser honesto: ningún ratio financiero es perfecto. El PER es una herramienta poderosa, pero tiene ciertas limitaciones que el inversor educado debe conocer para evitar tropiezos.
- No considera la deuda: El PER se calcula con las ganancias netas, pero no tiene en cuenta si la empresa está altamente endeudada. Una empresa con un PER bajo pero con una deuda insostenible puede ser una trampa.
- Problemas con ganancias negativas: Si una empresa tiene pérdidas (beneficio por acción negativo), el PER no se puede calcular o es negativo. En estos casos, se vuelve inútil, ya que no te dice nada sobre la valoración.
- Dependencia de la contabilidad: El beneficio por acción puede ser manipulado o afectado por eventos no recurrentes (una venta excepcional de un activo, por ejemplo). Por eso, es mejor usar la Utilidad Operacional para entender el verdadero poder de generar ingresos de la empresa.
Como el PER por sí solo no basta, te sugiero que lo uses junto a estos otros múltiplos:
- PEG Ratio (Price/Earnings to Growth): Esta es mi métrica favorita para las acciones growth. Se calcula dividiendo el PER entre la tasa de crecimiento esperada de las ganancias. Un PEG de 1 o menos es usualmente considerado atractivo, ya que sugiere que la acción está a un precio justo en relación con su potencial de crecimiento.
PEG= PER / Tasa de crecimiento de las ganancias anuales
- P/B Ratio (Price-to-Book): El Ratio Precio/Valor Contable compara el precio de la acción con su valor en libros (activos menos pasivos). Es muy útil para bancos y empresas financieras en Chile, donde el valor de los activos es más fácil de determinar.
- EV/EBITDA (Enterprise Value to EBITDA): Este ratio es más sofisticado y es el preferido en análisis de fusiones y adquisiciones. Considera la deuda y el efectivo (a través del Valor Empresa o Enterprise Value) y la utilidad antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA). Es una medida más pura del rendimiento operativo.
Si utilizas estos múltiplos en conjunto, tendrás una visión mucho más robusta y no caerás en la simpleza de mirar un solo número.
En resumidas cuentas, dominar el PER te saca del promedio de inversores que solo compran porque el precio subió. Te convierte en un analista fundamental capaz de tomar decisiones con argumentos sólidos. El objetivo no es encontrar el PER más bajo, sino el PER más bajo que te ofrece una empresa de calidad y en crecimiento.