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La quiebra de la cripto Voyager desvela un oscuro entramado de préstamos entre cryptobroker
Sam Bankman-Fried se está convirtiendo en el héroe de las criptodivisas. Ya ha salido al rescate de varias plataformas con problemas, entre ellas Voyager, que recientemente se declaró en quiebra. Sin embargo, la documentación entregada por la compañía muestra un complicado engranaje de intereses del fundador de FTX como accionista, acreedor y prestatario al mismo tiempo. El mismo dinero que entra, por un lado, sale por otro a la misma persona que lo presta. El entramado también apunta a préstamos directos a otras plataformas con problemas.
Accionista, acreedor y prestatario a la vez. Así funcionaba Alameda Research, una de las firmas de Sam Bankman-Fried, fundador de FTX y una de las caras más conocidas del mundo crypto, dentro de Voyager. La documentación entregada por Voyager para acogerse al Capítulo 11 de la ley de quiebras en el juzgado de quiebras de Nueva York, parecido al concurso de acreedores en España, recoge que Alameda Research es uno de los principales accionistas de la plataforma con un 9% del capital, que prestó 75 millones de dólares el mes pasado, y lo más sorprendente, que recibió un préstamo de 376 millones.
Menos sorprende la línea de crédito que estableció con la DeFi. Precisamente hoy, en declaraciones a Reuters, Bankman-Fried ha declarado que dispone de 2.000 millones de dólares, a través de una firma de capital riesgo, para invertir en el sector y, de paso, calmar a los mercados del desplome en las últimas semanas.