La inversión busca proporcionar ingresos corrientes. En circunstancias normales, el fondo invierte al menos el 80 % de sus activos netos, más cualquier préstamo con fines de inversión, en valores que pagan dividendos en el momento de la compra. Dichos valores incluyen, entre otros, valores preferentes y valores de capital de emisores estadounidenses y no estadounidenses.