La reciente decisión de política monetaria del Banco Central Europeo ha considerado una mantención y constante preocupación en torno a la evolución de la inflación y el crecimiento de la Zona Euro, poniendo énfasis en el desarrollo en el conflicto que se desarrolla al este de Europa que encarece de manera sostenida los precios de las materias primas, teniendo en cuenta que Europa es un importante consumidor de materias primas a nivel mundial, mientras que el desempeño de la economía mundial presenta constantes dudas en su evolución. Las expectativas que tiene el mercado por delante consideran alzas de 25 puntos básicos durante julio, las que podrían incrementarse hasta 50ptos durante septiembre y los meses próximos. La liviandad con la que parece actuar en un inicio el ente rector ha puesto en modo desconfianza a los mercados, limitando el avance del EURO y fortaleciendo al dólar, el que hoy conoce nuevos incrementos en su índice de precios al reportar un avance de 8.6% anualizado durante el mes de mayo. La inflación en Estados Unidos parece no moderarse.
El reporte de INFLACIÓN parece obligar a la FED a llevar a cabo una restricción monetaria más agresiva durante los meses venideros, lo que podría significar limites alcistas para la renta variable que busca recuperar terreno y mayores dudas que certezas para el dólar, el que teóricamente debiese actuar de manera positiva en el tiempo, sin embargo, las señales de desaceleración parecen condicionar con mayor fuerza en el mediano/largo plazo la cotización del billete verde, el que hoy responde de manera positiva.
Wall Street continúa experimentando descensos previa apertura buscando alcanzar como soporte los mínimos anuales revisados durante el mes de mayo. No obstante, el mercado podría comenzar a anticipar nuevas rondas de estímulos en el futuro, lo que podría sostener la cotización de las acciones de la primera economía del mundo, buscando recuperar terreno de manera anticipada y respondiendo a la reacción que estas han presentado en situaciones "similares" ante los ajustes que podría llevar a cabo la FED.
El ORO experimenta descensos prematuros por debajo de $1.840 dólares la onza, no obstante, el temor del mercado parece considerar al metal precioso como un instrumento de tipo refugio, por lo que el carácter alcista podría prevalecer mientras este se logre sostener sobre el valor antes indicado.
