Evaristo, totalmente de acuerdo contigo, pero con un pequeño apunte:quienes somos indiferentes al fútbol no somos un grupo extraño ni minoritario, sino que, al contrario, somos la mayoría de la población, repito, la mayoría, además de que de extraños, nada, porque quienes se dejan influir en su vida por la ridiculez de lo que hagan un montón de tíos en pantalón corto son ellos.
El día que en este país el tema del fútbol se normalice, cambiarán muchas cosas para bien.