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Custodia y seguridad de activos financieros: qué es el DVP y por qué protege tus inversiones

El mercado chileno opera bajo estándares internacionales de seguridad. Conoce cómo el DVP, la custodia nacional e internacional y la segregación de activos resguardan tus inversiones frente a riesgos operativos o de contraparte.
Seguridad y custodia de tus activos financieros


El mercado chileno opera bajo estándares internacionales de seguridad. Conoce cómo el DVP, la custodia nacional e internacional y la segregación de activos resguardan tus inversiones frente a riesgos operativos o de contraparte. 

¿Qué es el DVP y cómo protege al inversionista chileno?

 
El concepto DVP (Delivery versus Payment) o entrega contra pago es la base del sistema de liquidación segura de valores en Chile. Garantiza que el traspaso de títulos y el pago correspondiente ocurran de forma simultánea y condicionada, evitando que una parte cumpla sin que la otra lo haga.

En la práctica, cuando un inversionista compra o vende acciones, bonos o instrumentos de renta fija, el DVP asegura que la operación quede liquidada solo cuando ambos lados, el dinero y el valor, se entregan correctamente.

En Chile, este proceso se realiza a través del Depósito Central de Valores (DCV) y de los sistemas de compensación y liquidación supervisados por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). El modelo está alineado con los estándares internacionales definidos por IOSCO y el Banco de Pagos Internacionales (BIS), lo que da al sistema financiero chileno un alto nivel de confianza operativa.  

¿Cómo funciona la custodia nacional en Chile?


La custodia nacional está a cargo del Depósito Central de Valores (DCV), entidad que registra y resguarda los títulos financieros emitidos y transados en el mercado local. El DCV actúa como custodio central, manteniendo los instrumentos en cuentas segregadas y auditadas, a nombre del inversionista o de su intermediario autorizado. 

Estas cuentas son independientes del patrimonio del custodio y se registran bajo un sistema electrónico centralizado que permite trazabilidad, conciliación diaria y auditoría por parte de la CMF. 

El DCV custodia activos como: 

  • Acciones listadas en la Bolsa de Santiago
  • Bonos corporativos y soberanos
  • Instrumentos de renta fija privada
  • Cuotas de fondos mutuos y de inversión

Para el inversionista chileno, esta estructura significa que sus títulos permanecen siempre a su nombre, incluso si el intermediario (corredor o banco) enfrenta problemas financieros.  

¿Qué ocurre cuando la custodia es internacional?

 
La custodia internacional aplica cuando el inversionista chileno adquiere valores extranjeros, como acciones de empresas globales, ETFs internacionales o bonos emitidos fuera del país.

En estos casos, el DCV opera mediante custodios globales, como Clearstream, Euroclear o The Bank of New York Mellon, con los que mantiene convenios operativos y de liquidación DVP.

Esto permite que el inversionista chileno mantenga la propiedad legal del instrumento extranjero, pero registrado y conciliado dentro del sistema del DCV. De esta manera, sus posiciones internacionales aparecen reflejadas en los estados de cuenta locales, sin perder el respaldo legal ni la trazabilidad.

Este esquema de interconexión entre el DCV y custodios globales ha permitido que los inversionistas chilenos diversifiquen su portafolio con activos internacionales sin salir del marco regulatorio local.  

¿Qué significa la segregación de activos y por qué es clave para la seguridad?

 
La segregación de activos es un principio fundamental en la protección del patrimonio financiero. En términos simples, implica que los valores custodiados a nombre de los clientes no se mezclan con los activos del custodio ni del intermediario.

En Chile, esta práctica está regulada por la Ley N° 18.876 del Depósito Central de Valores y por las normas de la CMF, que exigen registros contables separados, conciliaciones diarias y auditorías independientes.

Gracias a la segregación, si un corredor de bolsa o custodio enfrenta insolvencia, los activos de los inversionistas permanecen intocados, ya que legalmente pertenecen al titular y no forman parte del patrimonio del intermediario.

La segregación contable y operativa también evita fraudes, uso indebido de valores y conflictos patrimoniales, fortaleciendo la confianza en el sistema financiero chileno.  

¿Qué factores debe evaluar un inversionista chileno al elegir un custodio o intermediario?

 
Al seleccionar una institución para resguardar o canalizar sus inversiones, conviene revisar algunos puntos esenciales: 

  1. Regulación y supervisión: que esté registrada ante la CMF y cumpla los estándares del DCV.
  2. Modelo DVP: confirmar que la entidad opere bajo liquidación, entrega contra pago.
  3. Segregación efectiva: verificar que los activos se mantengan en cuentas separadas.
  4. Infraestructura tecnológica: plataformas con autenticación segura, trazabilidad y respaldo en línea.
  5. Custodia internacional: en caso de inversión en el exterior, preferir custodios que trabajen con contrapartes globales reconocidas.

Estas precauciones reducen el riesgo operativo y garantizan que el respaldo legal y tecnológico acompañe el rendimiento financiero.
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¿Por qué la seguridad de la custodia se ha vuelto tan relevante en Chile?

 
El crecimiento de la inversión digital, los fondos mutuos y el acceso al Mercado de Valores Extranjeros (MVE) han ampliado las opciones de los inversionistas chilenos. Sin embargo, también han aumentado los riesgos asociados a la liquidación, ciberseguridad y custodia de activos.

Por eso, la CMF ha fortalecido los requerimientos de control interno y continuidad operativa en corredores, bancos y custodios, exigiendo auditorías tecnológicas, políticas de ciberseguridad y mecanismos automáticos de conciliación.

En un entorno de digitalización financiera, la seguridad y la custodia ya no son temas exclusivos de instituciones grandes. Hoy también impactan directamente en el inversor individual que compra acciones o fondos desde su celular.  

La seguridad de la custodia es la columna vertebral de la confianza en los mercados financieros chilenos. Entender cómo opera el DVP, la segregación y la custodia internacional permite invertir con criterio y mantener el control real sobre tu patrimonio. 

Preguntas frecuentes



Sí. A través de intermediarios locales que operan con el DCV y sus convenios con custodios internacionales.


Sí. Todas las operaciones de acciones y bonos locales se liquidan bajo el modelo DVP para garantizar simultaneidad y seguridad.


Los activos del cliente están protegidos, ya que el DCV mantiene segregación legal entre los valores del cliente y los del intermediario.


Acciones extranjeras, ETFs globales, bonos internacionales y otros valores transados en mercados externos conectados al DCV.


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