Claro que me parece mal y totalmente condenable la prohibición del uso del catalán y su persecución que hicieron los de Franco, pero también me parece mal la obligatoriedad de escribir todo en catalán por las ansias de diferenciación que quieren justificar los políticos.
Y pues sí, me parece casi igual de fascista el que me obligen a hacer un examen de catalán para aprobar una oposición, por ejemplo, cuando debe ser el único sitio en Europa que lo exige.
Cada región tiene sus cosas, su cultura, su forma de hablar, y eso no se puede perseguir, pero si somos un país comparable a Francia, Alemania, etc, debería de haber un estatus común oficial para todos, y no treinta taifas.
En Alemania a nadie se le ocurre poner una obligación de tener que escribir los menús en Bavaro.