El usufructo es un derecho que da al usufructuario el derecho de uso y disfrute de un bien (en el caso de una vivienda, a vivir en ella y a alquilarla, principalmente).
La casa puede ser vendida por el nudo propietario, pero se mantiene el usufructo (y por tanto el precio es mucho menor).
Una entrada mía sobre el tema por si os puede ser de ayuda:
http://www.actibva.com/magazine/cajon-de-sastre/el-usufructo-y-el-caso-particular-de-las-acciones
Eres valiente, eso es admirable. A veces no comulgo con tu contracorriente y a veces nado a tu lado, pero siempre admiro tu opinión.
De todas formas, yo prefiero arriesgarme a perderlo todo y opinar en público; si he de opinar de forma anónima, no opino. Nadie escucha a los anónimos.
simplificas mucho. A un empresario si le interesa tener empleados indefinidos, formados, motivados y no tener que cambiar constantemente de personal con los gastos en tiempo y formación que ello conlleva. Lo que pasa es que el coste del despido desincentiva esta contratación. Dirás lo que dirás, pero en el coste del despido hay un problema de ineficacia del mercado laboral increíble. Hay que buscar fórmulas distintas, que no dejen desprotegido al empleado pero que no desincentive la contratación indefinida, principalmente para la pequeña empresa.
Buena respuesta. Sin embargo, estas indemnizaciones son altísimas si hablamos de pequeñas empresas, que muchas veces no despiden a un trabajador por no poderle pagar la indemnización.
Una cosa son las grandes corporaciones y otra muy distinta la pequeña y mediana empresa, a la que la regulación del mercado laboral no le beneficia en nada. Yo he sido empleado puteado y explotado y empresario puteado y autoexplotado, y te digo que la ley es muy rígida. Otra cosa es que se la salten, pero para eso están los sindicatos (je) y los tribunales. Si la normativa fuera menos desfavorable para el empresario en tema de indemnizaciones (digas lo que digas), seguramente se contrataría con menos miedo y la ley se cumpliría más (al existir menos incentivos al incumplimiento).
Confieso que este blog me deja desconcertado. Unas veces hay criticas excepcionales a los abusos del mercado y demás instrumentos económicos que comparto, otras ni las comparto ni las dejo de compartir por no entender los argumentos (y por mucho que se diga, he estudiado bastante) y en otras, se me antoja un despropósito los argumentos o las conclusiones, como es este caso o el de la huelga general indefinida. O bien no llego a entender tampoco estos últimos argumentos (lo cual es posible), o bien el Yo Mismo se equivoca (posible, también) o bien hay cierto interés en alterar las conclusiones (lo cual no lo afirmo, pero es una posibilidad). Siempre se critica en este blog las artimañas y falsedades de los medios de comunicación y los economistas que viven de los poderosos (no es mi caso, de momento), lo cual es muy bueno y hace de este blog un referente crítico que leo con interés. Lo que no me cuadra es que, si es así, se haga lo mismo pero en el lado de los "débiles". En economía hay mucho que discutir, pero hay cosas que son de sentido común.
Los empresarios normales que despiden a sus empleados lo hacen o por qué no rinden (hay mucho acomodado cuando lleva años en la empresa) o por qué no le puede pagar. Y no es nada fácil demostrar que una persona no rinde y poder despedirla por ello.
Los contratos laborales si algo no tienen es indemnizaciones por despido bajas. Otra cosa son los fraudes de ley.
Yo considero que la remuneración del controlador aéreo, si se ajusta al mercado, perfecto. El miedo a privatizar está en que se privatiza mal, pero una empresa pública debe pagar los sueldos según mercados similares, no permitiendo Reinos de Taifas.
Está claro que el sector de los controladores no es el único, pero hay que dejar de pensar que por ser sector público es normal que se pague más y empezar a remunerar al factor trabajo y el factor capital con criterios de mercado.
Os recuerdo que los sueldos públicos se pagan con impuestos, y una parte importante de esta recaudación viene de los trabajadores privados. Y pagar sueldos exorbitantes no está entre mis prioridades.
Tampoco tengo el gusto de conocer a Pepe Blanco, pero se dice que él y Rubalcaba son las cabezas pensantes del Gobierno, junto con la Salgado (se dice, que yo no tengo ni idea).
Mire usted, vuelvo a arriesgar mi integridad psíquica discrepando en este blog.
Discrepando no en el fondo, esta vez, más bien en la forma.
Podría discutir el ataque a Blanco, pero yo no he podido hablar jamás con él para hacerme una idea de su inteligencia. Pero indirectamente no diría yo que es un tonto, no.
Y los controladores aéreos, mire usted. Las bajas por ansiedad o depresión son sagradas para mi. Odio profundamente quién las utiliza para otros fines que no son curarse de esta grave dolencia o enfermedad.
Los controladores aéreos y sus dirigentes sindicales deben tomar una actitud responsable y ceñirse a los cauces legales para negociar sus condiciones laborales. No creo que sea de progres defender a este colectivo de trabajadores por el mero hecho de ser trabajadores. No cabe duda de que sus bajas no son normales ni estadísticamente ni en los momentos que se produce.
Blanco en la Ser acaba de dar un toque que si creo alertará a los controladores: este tipo de trabajador debe pasar unas pruebas psico-físicas extremas. La ansiedad en su caso puede ser un grave problema para desempeñar su función.
Creo que la clave es la productividad y la eficiencia en la asignación y gestión de recursos de la Administración y su cuerpo funcionarial.
Si realmente fuera eficiente, sería mejor hacer las obras y proporcionar los servicios públicos de manera interna. El problema es que sale más caro hacer carreteras con empresas privadas que con funcionarios (si se corta de raíz el mamoneo y sobres que pululan en estas transacciones, claro).
En realidad bajar el sueldo a los funcionarios es un recurso de idiotas; pero es que lo que deberíamos tener es la mitad de funcionarios haciendo el mismo trabajo. Lo que falla es la improductividad manifiesta. Y eso no se arregla bajando sueldos sino pagando un variable en función de la satisfacción del ciudadano y de su productividad. Es mi opinión.
