Estamos pasando a color amarillo en varios aspectos, camino del rojo.
Lo que subyace detrás del derecho al aborto (en lo ético, lo científico, lo social: en una palabra, lo político) ha sido tratado tan abundantemente que no creo que sirva para nada esgrimir argumentos para convencer a nadie. Personalmente, este gobierno no está a mi altura ni a la de otros ciudadanos que tienen sus propias ideas, se responsabilizan de sus actos y no se sienten intelectualmente inferiores a la élite deleznable que nos gobierna (y gobernaba). Esto es una imposición innecesaria e improductiva de los dogmas de un grupo a los demás. Dicen que el aborto no es un derecho y reprimen a los que no piensan como ellos; yo digo que sí lo es y que debería ser libre, que nadie está obligado a abortar y que los antiabortistas, si no les gusta, deberían aprender a asumir en privado su visión del mundo y no recortar las alas a los demás.
Por mí no pensáis, gracias.
REFORMA DEL ABORTO
El PP dice que el aborto «nunca es un derecho» sino «una excepción»
La ley "protege y defiende" a la mujer, su salud física y psíquica y su "dignidad personal", dice la secretaria de Educación e Igualdad
21.12.13 - 17:34 - EFE | MADRID
Y, si no te gusta, te aguantas.
Esto mete miedo.
Un hecho dogmático, evidentemente. Como somos infraseres con una capacidad intelectual y una discernimiento moral menguados, necesitamos que los amos de la plantación nos indiquen el camino correcto.
Ah, que nos suben la electricidad cada trimestre con una finalidad educativa... ¿No habrá una convalidación para los que no necesitamos ese tipo de lecciones?
Lo están saqueando todo: lo público y lo privado, lo económico, las instituciones, los derechos cíudadanos... y asistimos impávidos a los acontecimientos.
Muy interesante, Ginés. Si llega un momento en que el dinero haya que meterlo en el colchón, como dice Aprendo, no descarto que las circunstancias del momento hagan de este fondo con matrícula de Luxemburgo un puerto más seguro que un colchón fabricado en Zaragoza. Me lo apunto.