Cuando hacemos un cálculo de cómo se comportarán nuestras inversiones si se cumplen las previsiones, generalmente nos fijamos en nuestro patrimonio final bruto. Es habitual pensar “tengo 100.000€, si consigo una rentabilidad del 5%, durante 10 años, al final tendré…” o bien utilizar una calculadora de interés compuesto sencilla que solo tenga en cuenta la rentabilidad, una de las variables. Pero lo que es realmente importante es saber cuál será nuestro poder adquisitivo (traducido a dinero ...