
El día de ayer un tema se había convertido en Trending Topic en Twitter en Chile. El tema hacía referencia a las pérdidas que estaban teniendo unos clientes (inversionistas) en una Fintech chilena que últimamente se ha hecho muy conocida por “democratizar” la inversión para todo tipo de público (aquí justamente se crea el problema).
Estos clientes con variados comentarios desde sus cuentas de Twitter parecían en su mayoría muy decepcionados de los resultados obtenidos por esta plataforma de inversión (que dicho sea de paso, cumple con toda la legislación) e incluso muchos la acusaron injustamente de ser una estafa comparándola con algunos sistemas piramidales que se han tristemente conocido en el país años antes (esas sí resultaron ser verdaderas estafas).
El punto interesante de la situación es que, gran parte de esta gente (la que se pronunciaba de forma disgustada en Twitter) se habían convertido en inversionistas por primera vez gracias al acceso al mundo de la renta variable que la aludida Fintech les proporcionó.
La razón de las pérdidas
Los mercados han tenido importantes caídas en el inicio de este año debido a diferentes situaciones. Esto ha provocado que muchos de los fondos ofrecidos por esta y otras empresas de similar funcionamiento que van altamente correlacionadas con el mercado, presentan importantes pérdidas. Estas pérdidas las han tenido que sufrir sus clientes, los primeros y directos dañados por ello. Sin embargo, la apuesta del inversor como dijo Peter Lynch es a largo plazo y quien no entienda eso, no sirve para ser inversor por lo que con ello vamos al siguiente punto…
¿Inversionistas reales?
Tal vez el espíritu de esta Fintech ha sido positivo; dar la posibilidad de que cualquier persona pueda beneficiarse de la inversión en los mercados de forma “simple” y “rápida”, sin embargo, ¿eso significa que ese cliente de un momento a otro, ya tiene el cerebro de un inversor?. He ahí el problema.
A priori, la mayoría, no, perdón, mejor dicho, la GRAN mayoría de las personas son aversas al riesgo, esto quiere decir que NO LES GUSTA ARRIESGAR y esto se amplifica exponencialmente cuando hablamos de dinero. Son sólo una pequeña fracción de la población los que se sienten cómodos sabiendo que sus ahorros corren riesgo de pérdida (parcial o total). Sino, bastaría con preguntarles a las AFP por qué son tan odiadas en Chile.
El caso de las AFP
¿Por qué la gente tiene en su mayoría una visión tan mala de las AFP?. Sabemos que desde hace unos años se han realizado importantes movimientos sociales en las calles llamando a eliminar las AFP. El famoso movimiento “No + AFP” que con masiva presencia de chilenos en las calles de Santiago, no una sino muchas veces hizo noticia en el país. Esto se agudizó con el “estallido social” a fines de 2019 y tomó relevancia potenciada en la arena política con la posición negativa de varios políticos del sector de izquierda que están a favor de la eliminación de este sistema de administración de pensiones.
Pero, ¿qué han hecho las AFP para merecer tanto odio?. La respuesta graciosa pero real es que su “error” ha sido GANAR DINERO para ellos y sus cotizantes. Esto quiere decir que las AFP han ayudado a incrementar los ahorros previsionales de los trabajadores en Chile en un 7% anual (promedio) aplicando interés compuesto periodo tras periodo llegando a significar su rentabilidad más de dos tercias partes de los fondos obtenidos por los jubilados. En pocas palabras, por cada peso ahorrado de un trabajador, las AFP en promedio, han sido capaz de rentarles $2.- pesos más o en otras palabras (por si no se entiende bien), de cada $3.- pesos de un cotizante, sólo $1.- corresponde a su ahorro (producto del descuento legal) y los otros $2.- son los producidos por las AFP en las inversiones en el mercado.
Pero entonces volvemos a lo mismo. ¿Por qué el rechazo a las AFP?. Hay una mezcla de factores pero el principal hace referencia a la ignorancia (uy, palabra dura, pero es la adecuada para explicarlo) de la gente de la forma de operar y de rentar de las AFP. Esta ignorancia ha sido alimentada por el odio de un sector con intereses políticos y con ideología anticapitalista pero sumado a ello, aparece un concepto que tiene directa relación con el artículo actual y es la aversión a las pérdidas…
La mayoría no quiere riesgo…
Como mencionamos anteriormente, a la mayoría de las personas no les gusta el riesgo y cuando ese riesgo toma forma tangible de pérdidas (literal), la cosa se pone peligrosa. Se dice que la percepción negativa de perder $1.000 dólares es superior por hasta tres veces a la percepción positiva por ganar los mismos $1.000 dólares. ¿Qué significa esto?. Simplemente que somos seres tan poco racionales y tan emocionales que no somos capaces de sentir con la misma intensidad una pérdida y una ganancia aunque sea del mismo monto haciendo de la pérdida algo que puede llegar a triplicar el sentimiento (en este caso negativo) a diferencia del placer de ganar ese mismo monto.
Es común que las AFP por su naturaleza de invertir en renta variable (en gran parte), obtenga años con rendimientos positivos y otros negativos, esto último sumado a la ignorancia ya mencionada, genera en muchas personas un sentimiento de que las AFP “pierden” dinero o ya más terrible aún, es patéticamente común escuchar acusaciones (sin sustento alguno) de que las AFP “roban” el dinero de los trabajadores.
Si las AFP rentan en en un muy buen año, un 40%, nadie se alegra (o al menos no demasiado), sin embargo, basta con el que el año siguiente, tengan una pérdida de un 7% (-7%), para que los afiliados, pongan el grito en el cielo, acusando de que pierden dinero o de que las AFP se lo están “robando”. Pero ¿no sería mejor que restaran ese 7% de pérdida a los 40% de ganancia que tuvieron el año anterior y se dieran cuenta que en realidad ganaron un 33% en dos años?. Pues algo tan simple, suele en una mayoría no procesarse mentalemente de esa manera.
Entendiendo la situación
No es mi intención en este artículo escribir acerca de las AFP, pero son un excelente ejemplo de cómo la gran mayoría de la gente es aversa al riesgo (o a la pérdida) y el nivel de violencia que puede despertar en ellas, cuando su mente (poco entrenada de inversionista) se siente amenazada con esta situación a través de una pérdida económica real. Esta es la situación que están pasando los clientes de la Fintech mencionada al principio del artículo. Gente que no está viendo con objetividad las cosas, con una vista completa, sino que se estaría quedando con una visión a cortísimo plazo, la visión actual de las pérdidas que están teniendo en sus inversiones.
¿De verdad asumes el riesgo?
Como Gestor de Fondos siempre digo que soy MUY MAL VENDEDOR porque convierto ventas listas para concretarse, en nada. Literalmente, de forma continua rechazo a más del 90% de las personas (potenciales clientes) que llegan a mi (de forma directa o a través del sitio web de mi empresa) interesados en invertir. Pero ¿por qué hago esto?. La respuesta es porque soy consciente de que sólo una minoría de la población tiene el cerebro preparado para la inversión en renta variable y todo lo que ello conlleva psicológicamente.
Cuando un nuevo potencial cliente llega, lo primero que pregunta (en casi todos los casos), es ¿cuánto ganaré?. A lo que yo respondo siempre, “- podrá ganar lo que esté dispuesto a perder”. Cuando respondo esto, la mayoría queda sorprendido, porque no le estoy hablando de ganancias, sino de potenciales pérdidas y es este punto el que justamente me interesa tocar con estos potenciales clientes para hacerlos conscientes de que una inversión puede tener un resultado negativo por muy bien que se planifique.
Por alguna razón, la mayoría de las personas, asocia el concepto de inversión con ganancias pero sólo en la menor cantidad de casos, lo asocia con potenciales pérdidas. Esto es porque nuestro cerebro es optimista por naturaleza y de forma automática, piensa positivo. Por otro lado, opera la lógica de que se invierte para ganar (no para perder, sino no tendría sentido hacerlo) pero la realidad es que TODA INVERSIÓN CONLLEVA RIESGO DE PÉRDIDA.
Invertir NO es sinónimo de GANANCIAS
Esto hay que tenerlo grabado en la cabeza. Invertir no implica necesariamente ganar, sino que puede significar la pérdida parcial o total de la inversión (dependiendo de cómo se gestione el riesgo). Esto es trascendental tenerlo claro, no ponerlo en duda ya que ningún tipo de fe, sistema, tecnología o gurú puede evitarlo. La inversión con rentabilidad garantizada, es una estafa (literal).
Muchos economistas y financieros no invierten
Si hay un perfil profesional que entiende más que nadie las oportunidades y riesgos de la inversión esos son los Economistas y los Financieros. Todos quienes nos dedicamos a esta área somos indudablemente conscientes de que “inversión segura” o “rentabilidad garantizada” son un oxímoron (aunque muchos descriteriados vendan productos de inversión con lemas como estos). Es por este motivo que existe un alto porcentaje de expertos en mercados que para sorpresa de la mayoría de quienes no son avezados en esta materia, simplemente NO invierten un dólar. Así es. Estamos rodeados de economistas, contadores, analistas financieros, etc. que deciden no invertir un peso, euro ni dólar en renta variable y prefieren instrumentos conservadores como depósitos a plazo o simplemente, cuentas de ahorro.
¿Por qué sucede este fenómeno? Porque estos profesionales son conscientes de que no hay sistema, algoritmo ni fórmula mágica que pueda garantizar que no se perderá dinero en una inversión ya que el resultado de ésta dependerá de sucesos futuros imposibles de predecir.
Con todo esto y teniendo todo el conocimiento objetivo de ello, muchos profesionales de esta materia, se reconocen como aversos al riesgo y deciden no invertir.
A mayor cantidad de conocimiento, más consciente se está de los reales riesgos.
Conclusión
Democratizar el acceso a la inversión siempre será positivo y aplaudido pero no es buena idea (a mi criterio), dar ese acceso a las personas que antes no se encuentran preparadas para invertir. Esto es bien simple, acceder a una herramienta como un automóvil como medio de transporte puede ser genial sin embargo para antes montarnos a conducir uno, debemos aprender a conducir y ser conscientes de la responsabilidad que implica esto. De la misma manera, antes de dar acceso a la inversión, se deberían desarrollar programas para convertir a personas que nunca han invertido en personas con mentalidad de inversor. Esto es difícil pero es posible, se requiere de un trabajo importante en la psicología de las personas que aún así se hiciera, no está garantizado que funcione para todos (habrá gente que simplemente, no se sienta cómoda nunca invirtiendo).
Lo importante es que nadie se confunda y tengan claro que invertir siempre es una estupenda decisión siempre y cuando se tenga consciencia e ir asumiendo el riesgo que ello implica y que se sepa en qué se invierte. De lo contrario, podría ser la peor o una de las peores decisiones que alguien podría tomar en su vida.
Y tú, ¿estás preparado para invertir? ¿de verdad estás dispuesto a asumir el riesgo (pero de verdad)?.
Artículo: Asumiendo el Riesgo… ¿o tal vez no tanto?
Rodrigo Aguila Bahamonde
Rankia Chile