
Hoy conversaba con un gran amigo que trabaja desde hace años en la industria del brokerage y le comentaba acerca de los cambios de tendencia en la forma de vestir en los diferentes sectores laborales de carácter profesional, algo que ni siquiera la tradicional industria financiera está ajena a pesar de lo “estricta” que tiende a ser. Es por ello y siendo este mi último artículo para Rankia en este año 2021, es que trataré este desafiante pero interesante tema del cual espero tu opinión.
Mi época de escolar
Cuando era niño y al igual que muchas generaciones anteriores y posteriores, nos acostumbramos a la exigencia del uso “obligatorio” (si no ibas de uniforme no te dejaban entrar a clases y te enviaban a casa con anotación negativa y comunicado a los apoderados) del uniforme escolar, algo bastante estricto por tradición aquí en Chile a diferencia de otros países como Estados Unidos que los alumnos visten de forma “libre”.
Desde los seis (6) años de edad tuve que someterme (no era opcional) a utilizar camisa y corbata, vestir un incómodo pantalón de género para un niño que tiende a querer moverse, jugar en recreos, etc.. Esto hasta los dieciocho (18) años, (por supuesto que no era el mismo pantalón jeje) momento que terminé mi formación técnico/profesional en el "Instituto Superior de Comercio".
Honestamente desde que tengo uso de razón, critiqué la lógica de que el uniforme escolar representaba “seriedad, orden y disciplina” para el estudiante a pesar de los argumentos que me daban mis profesores además de que cuidar la “imagen de la Institución” era prioritario de cara a la comunidad.
Lo curioso es que a pesar de las críticas de mi parte, en mi caso particular siempre he disfrutado el uso de ropa formal, es decir, para mí no me significa una molestia vestir camisa y corbata aunque siempre he criticado esa supuesta “relación” entre vestimenta y profesionalismo laboral o compromiso académico.
Con los años y gracias al “atrevimiento” de la industria tecnológica (IT) se demostró que mi pensamiento desde muy joven estaba en lo correcto y que todo lo que en la escuela me habían dicho por años no tenía suficiente sustento.
La industria IT rompiendo los esquemas
No existe industria más disruptiva en el último tiempo que la Tech. Los que trabajamos en tecnología conocemos de las características de esta industria en cuanto a vestimenta refiere. No sólo se trata de salas con videojuegos y otros entretenimientos sino que también los que trabajamos en tecnología nos vestimos de forma totalmente libre (o casi totalmente) sin que eso sea un problema para la gran mayoría de las empresas que requieren profesionales del sector y algo que se da por hecho en las Startups.
La industria tecnológica tiene absolutamente claro que profesionalismo y compromiso no tiene relación alguna con el uso de corbata e incómoda vestimenta, sino que más bien generar un ambiente de comodidad y “libertad” es la forma de lograr el mejor rendimiento y entorno de trabajo para quienes nos desempeñamos en este sector.
Poco a poco muchas industrias han ido entendiendo esto y sumándose como Consultoras de Ingeniería, despachos de arquitectura, etc…
Muchas empresas han ido “relajando” sus exigencias en vestimenta para los profesionales que trabajan en el lugar siguiendo el nuevo paradigma establecido por la industria IT, un avance en la apertura de mente sin duda alguna…
Terno y Corbata: El mensaje
La vestimenta formal (refiriéndonos al terno y la corbata) ha sido sinónimo de seriedad, respeto, compromiso y formalidad. Estos conceptos junto a otros, son muy importantes para comunicar a clientes, superiores y empleadores en el sector laboral. Esto se acentúa cuando hablamos de una industria tan delicada como la financiera, donde generar un ambiente de seriedad, seguridad y presencia son vitales para definir el éxito o el fracaso de una compañía del sector.
La banca como ejemplo clave del mundo financiero es sino el sector uno de los sectores donde se exige la mayor pulcritud a sus empleados siendo los ejecutivos estandarte del uso de ropa formal de cara a dar la mejor apariencia a sus clientes en la transmisión de valores como seguridad, seriedad y profesionalismo a través del terno y corbata.
Los altos poderes políticos también tienden a ser bastante conservadores a la hora del uso de la ropa sin embargo esto ha ido también cambiando en el tiempo y en algunos países mostrándose de forma mucho más flexible.
La caída del paradigma…
A veces lo que aprendemos de manual se termina derrumbando de una u otra forma. Esto no es ajeno al paradigma de la fiabilidad y seriedad que en teoría nos entrega aquel que usa terno y corbata puesto que numerosos casos a toda escala a nivel mundial han dejado en vergüenza a ejecutivos financieros como verdaderos delincuentes con maletín, los denominados, delitos de “cuello y corbata” a lo largo del tiempo han ido cambiando la visión o más bien percepción de confianza que existe (o existía) hacia quien viste formalmente.
La lógica de que si viste de terno y corbata es profesional y serio se ha ido enlodando con escándalos desde pequeños asesores, contadores, ejecutivos bancarios, traders institucionales hasta casos tan grandes y polémicos como el de Bernie Madoff en Estados Unidos.
La gente ya cada día más comienza a entrar en un conflicto psicológico a la hora de saber si la persona del sector financiero que le atiende con terno y corbata y bien pulcro está más bien para ayudarle o tal vez está para arruinarle la vida.
El desafío para la industria financiera
La industria financiera ha hecho uso de la tenida formal porque siempre ha tenido el desafío de transmitir esa confianza de la que hemos hecho referencia en el artículo en un sector donde se trabaja con dinero (algo especialmente delicado para la gente), sin embargo hoy tiene un nuevo desafío que es acercarse al cambio generacional. Gente joven con una mente más abierta, pensamientos frescos y que quiere huir de todo lo que parece “aburrido” parece poner en jaque todo el paradigma de vestimenta de la industria financiera.
Bancos como el suizo SwissQuote hacen atrevidas pero a su vez astutas apuestas por mostrar una imagen más joven y libre al motivar a sus colaboradores a vestir de manera mucho más casual e incluso incentivando a sus analistas de mercado a hacerlo como parte de la imagen que desean reflejar ante su comunidad.
Por su parte, también muchos Economistas, Financieros y Analistas han ido de a poco dejando el uso de la corbata para mostrarse de forma más relajada demostrando que conocimiento y compromiso no tienen relación con el paño que se usa bajo la barbilla.
También nuevas Fintech se han atrevido por mostrar una imagen corporativa más joven y relajada llevando eso también a la vestimenta de sus ejecutivos y empleados. La pregunta es ¿cómo se irán comportando a futuro las empresas más tradicionales de la industria como la banca tradicional donde estamos acostumbrados a ver que el empleado que nos atiende luce formalmente?.
Conclusiones
Para mí no hay duda alguna. El uso estricto de la vestimenta formal en el sector financiero poco a poco irá migrando manteniendo una uniformidad pero de forma más desinformal. Es decir, uniformes corporativos pero cómodos, lejos del uso de la corbata y de vestimenta que carezca de la comodidad ideal de quien la utiliza.
El sector financiero es sin duda el más temeroso de todos a la hora de decidir por este tipo de cambios de imagen ya que la pérdida de la confianza de sus clientes, sería fatal. Sin embargo la apuesta está en la gente más joven que comienza a ser parte de la industria con nuevas Fintech y que terminarán demostrando que al mercado poco le irá importa si la persona que le atiende use corbata o no, sino que a través de la ejecución de su servicio demuestre realmente si es profesional, confiable y serio en su labor, ello en referencia a cada ejecutivo, directivo, como para empresa del sector.
¿Qué opinas? ¿Crees que irá cambiando la vestimenta en el sector o que la tradición se seguirá imponiendo?. ¡Tu opinión es muy importante!.
Rodrigo Aguila Bahamonde
Rankia Chile