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Diagnóstico personal para un ahorro eficaz

Muchas veces la vida nos juega pasadas que ni siquiera imaginamos, y justamente ahí es cuando nuestra independencia y responsabilidad financiera debería idealmente ser robusta para no caer en prácticas indeseadas.

Gastar desproporcionadamente o endeudarnos en actividades o bienes que no traerán ganancias futuras, causan perturbaciones en nuestro presupuesto y por ende, nuestras cuentas y bolsillos incurren en pérdidas, así como también otro punto importante es el riesgo de descuidar compromisos y objetivos personales. Nadie aspira a eso ¿Verdad? 

Si hoy mismo ocurriera un imprevisto, por ejemplo se rompe tu celular y necesitas uno de buena calidad porque es tu herramienta de trabajo ¿Puedes comprarlo? O estabas practicando tu deporte favorito y de pronto te lesionas ¿Tienes cómo enfrentar estos nuevos gastos que no contemplabas? Son preguntas realistas que nos sirven como cable a tierra para tantear la gestión de nuestros recursos. 

Pero antes de sugerir fases para un diagnóstico personal, es útil contextualizar que en Chile, según una encuesta sobre prácticas económicas y educación financiera publicada por el INJUV (2014), una de las principales razones que ha motivado a los jóvenes a endeudarse ha sido para solucionar emergencias o imprevistos.

De acuerdo a otra encuesta realizada también por el INJUV en conjunto con DESUC (2020), de aquellos jóvenes que sí han ahorrado un remanente mensual, el 36,6% indicó que lo hacía para cubrir posibles emergencias, mientras que la casa propia es el propósito de ahorro para el 28% de los encuestados, la diversión y entretenimiento es el objetivo del 11,7%, los estudios son la meta del 9,1% y las vacaciones lo son para un 5%. Vejez es la prioridad de sólo un 0,5% y otros motivos para el 8,5%. 

Todos somos susceptibles a emergencias que deben ser cubiertas y para ello debemos estar preparados, por lo que organizar y planificar nuestros ingresos y gastos son acciones claves al momento de ahorrar. A continuación, simples pasos para auto examinar nuestro comportamiento respecto a este tema:

1. Tener en mente siempre que tus gastos sean menores a lo que ganas

 Cuestionar si realmente necesitas ese producto que tanto estás pensando comprar, acostumbrarte a cotizar los mejores precios y usar crédito cuando sea realmente necesario - considerando que este es útil para aumentar ganancias a futuro ya sea usado como capital inicial para algún negocio, para adquirir vehículos, pagar por educación, bienes inmuebles o electrodomésticos. 

No se recomienda usar crédito para compras precipitadas ni tampoco adoptarlo como parte del ingreso mensual, ya que es una deuda que deberás finiquitar tarde o temprano. ¡Ser responsables es esencial!

2. Definir objetivos financieros personales y crear un presupuesto

Dedicar alguna instancia al año, semestralmente o según el período de tiempo que más te acomode, para definir tus propios objetivos financieros.

Un método muy popular es la regla del 50/20/30, que estructura el ingreso en 3 grupos, donde la mitad del ingreso es destinada para gastos fijos o imprescindibles (vivienda, alimentación, transporte, créditos, seguros), el 30% del ingreso va dirigido a gastos personales (desarrollo personal, ocio, caridad, entretención, cultura, modas) y el 20% restante para ahorro o inversión

Esta estrategia es ideal para aquellos que anhelan estructurar su ingreso de manera cautelosa, en donde las últimas dos categorías pueden perfectamente variar de porcentaje según los ánimos de cada persona y por ejemplo sacrificar entretención en el presente para ahorrar más y comenzar un negocio en un futuro.

3. Entender que no es un proceso que se pueda elaborar de la noche a la mañana

Cada mes es distinto, al igual que las etapas de la vida que atraviesas, por ejemplo si eres estudiante, si recién estás comenzando la etapa laboral, o ya eres adulto con hijos o estás recibiendo jubilación. 

Asimismo cambian las temporadas y sus actividades, por lo tanto también es importante identificar:

  • Las épocas del año donde se presentan más oportunidades de incrementar nuestros ingresos a través de trabajos extras, ya sean de nuestro rubro o no y la disposición para involucrarnos en ellos.
  • Cuáles son las fechas donde hay más actividades que filtran mi dinero, como por ejemplo en temporada de vacaciones, que muchas veces los panoramas simplemente surgen sin antelación ni cálculos previos.
  • Por otra parte, reconocer los meses de menos movimiento en los cuales se puede disponer más parte de los ingresos al ahorro.

4. Mirar en retrospectiva para aprender de errores

¿Suelo tener números negativos? ¿Vivo al límite o con tranquilidad? Conocer tu situación financiera presente y tener las cuentas y compromisos claros es fundamental. Medir, evaluar y llevar un control de las decisiones que tomas, saber separar entre “necesidad” frente a “deseo” con el fin de priorizar correctamente.

5. Ingresos-gastos=ahorro => Ingresos-ahorro=gastos

  • Consejo útil: Una vez que recibas tu ingreso, inmediatamente un porcentaje destínalo al ahorro, e invierte la ecuación. Tu “yo” del futuro te lo agradecerá.



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