Los créditos hipotecarios tienen características propias que los diferencian de otros tipos de créditos bancarios. Una de estas características es que, depende del tipo de sistema de amortización con el que se paguen, tienen tres tipos de tasa de interés: tasa fija, tasa mixta y tasa variable. En el siguiente post veremos en las diferencias entre tasa mixta y tasa variable de los créditos hipotecarios.
Créditos hipotecarios: Diferencia entre tasa mixta y variable
En los créditos hipotecarios existen tres tipos de tasa de interés bajo las cuales se puede amortizar el préstamo:
- Tasa fija: Como su nombre lo indica, este tipo de tasa de interés no varía en todo el plazo del crédito, por lo que el cliente paga la misma cuota desde la primera hasta la última, sin variar sea que las tasas suban o bajen.
- Tasa variable: Es todo lo contrario a la anterior. Este tipo de tasa cambia con el tiempo y es actualizable de forma anual o semestral, dependiendo de las condiciones del banco.
- Tasa mixta: Es una mezcla entre tasa fija y tasa variable ya que durante un período del crédito se cobra una tasa fija, entre 5 y 10 años dependiendo del plazo del crédito, tiempo a partir del cual se convierte en variable y comienza a actualizarse.
Ahora bien, cabe destacar que cada tipo de tasa de interés presenta sus ventajas y desventajas, aunque usualmente los clientes prefieren escoger la tasa fija ya que le reporta una mayor estabilidad y seguridad en el pago de sus cuotas. Pero, ¿qué hay de las tasas mixta y variable? ¿Cuál es la diferencia entre tasa mixta y variable?
Pues bien, en la tasa variable el interés cambia al pasar el primer año del plazo (o el primer semestre) de acuerdo con los intereses vigentes a esa fecha. Esto será así durante toda la vida del crédito por lo que cada año el cliente deberá afrontar una tasa de interés distinta que puede subir o bajar. Este último punto es importante ya que muchos piensan que sus tasas de interés en modo variable sólo subirán, pero lo cierto es que también pueden bajar.
Sin embargo, con la tasa mixta tienes un período del crédito a tasa fija, lo que te permite estabilizar tus gastos durante los primeros años del crédito. Esto es muy útil ya que después de afrontar los fuertes gastos que implica comprar una casa (ya que no todo el valor de la casa te lo puede financiar el banco) lo más conveniente es tener un poco de estabilidad con respecto a los pagos de las deudas. Aun así, al pasar este período es probable que puedas afrontar los cambios de una tasa variable.
De manera que la diferencia principal entre tasa mixta y tasa variable es que la tasa mixta ofrece la posibilidad de tener un período estable a tasa fija y luego comenzar con la tasa variable. En cambio en la tasa variable los cambios se comienzan a aplicar en cuanto transcurra el primer año del crédito.
Crédito hipotecario: ¿Qué conviene: tasa mixta o variable?
Como mencionamos anteriormente, muchos clientes optan por la tasa de interés fija que, aunque suele ser un poco más alta, implica una cuota fija durante todo el crédito. Sin embargo, bajo ciertas circunstancias es conveniente seleccionar tasas mixtas o variables.
- Tasa mixta: Es conveniente seleccionar tasa mixta para el crédito hipotecario cuando:
- Estás dispuesto a asumir una tasa variable al pasar el período de tasa fija.
- Piensas renegociar el crédito hipotecario una vez terminado el período de tasa fija.
- Estás estabilizando tus finanzas personales, y apostando a que mejorarán tus ingresos para afrontar una tasa variable.
- Tasa variable: Es conveniente seleccionar tasa variable cuando:
- Tienes la capacidad económica de afrontar las variaciones del interés anualmente.
- Cuando en el país se augura un período de estabilidad económica.
- Puedes asegurar que tu condición económica se mantendrá e incluso mejorará.
Tener clara la diferencia entre tasa mixta y variable de los créditos hipotecarios te puede ayudar a tomar la decisión de cuál tasa de interés escoger para amortizar tu crédito. Si consideras que tu situación económica puede mejorar con el tiempo será conveniente escoger una tasa variable, ya que puedes afrontar los cambios cuando suban las tasas pero también disfrutarás del beneficio de tener una tasa reducida cuando bajen. Y si planeas renegociar el crédito hipotecario en un futuro, una tasa mixta puede ser conveniente ya que te permite tener estabilidad por un tiempo y luego entrar en una etapa de tasa variable.