Brasil & Corea ¿Controles de Capitales anacrónicos?
La marcada caída de monedas, acciones y bonos de mercados emergentes contrasta muchísimo con la situación reinante en Estados Unidos, donde el mercado al alza se ha mantenido durante casi una década con condiciones económicas sostenidas. Las tasas más altas que Estados Unidos ofrece y la posición más sólida del Dolar han provocado un nuevo equilibrio en los riesgos y las recompensas para los inversionistas de todo el mundo, y actúan como una especie de imán financiero que los aleja de inversiones más riesgosas.
Los principales problemas de Brasil son:
- Desempleo creciente en todo el territorio
- Niños y adolescentes en la pobreza
- Viviendas inadecuadas
- Niños de 4 y 5 años fuera de la escuela
- Desigualdad entre alumnos de escuelas particulares y públicas
La economía Sur-Coreana crecerá un 2,6 % tanto en 2019 como en 2020
Pero a pesar de eso su moneda esta perdiendo valor con respecto al dolar
Por consiguiente, desde mediados de 2016, las economías emergentes han experimentado un nuevo auge de las salidas de capital, aunque este haya sido muy inestable. Muchos Gobiernos están cada vez más preocupados por los inconvenientes de esas salidas.
Consideran que la dependencia de Flujos de Capital muy volátiles constituye una amenaza a la estabilidad financiera a corto plazo y, en un sentido más general, a su espacio para políticas económicas nacionales.
Al mismo tiempo, el debate, sobre los controles de capital, que desde hace tiempo había quedado relegado por considerarse anacrónico, se ha vuelto a establecer con gran fuerza en la agenda política y académica.
Además de la gestión de los flujos de capital, en algunas economías emergentes también se han afrontado, dilemas de políticas económicas relacionados con operaciones de derivados en moneda extrangera realizadas por extranjeros (no residentes) y por nacionales (residentes).
Brasil & Corea tienen los mayores mercados de instrumentos financieros derivados en moneda extranjera entre las economías emergentes.
Desde 2016, ambos países han recurrido a los controles de capital y la regulación financiera prudencial para hacer frente al nuevo auge de los flujos de capital hacia las economías avanzadas.
Tanto las operaciones de residentes como las de no residentes se denominan en moneda extranjera pero se liquidan en la moneda nacional, y el efecto en el tipo de cambio puede desvincularse del volumen de flujos internacionales.