Cartera modelo conservadora de fondos de Self Bank
La cartera conservadora está diseñada para un inversor que busca asumir un riesgo bajo – moderado, con un horizonte de inversión superior a un año.
Un 70% de la cartera está invertido en activos de rente fija y un 30% en valores de renta variable. Tanto en la parte de bonos como en la parte de acciones de la cartera, la distribución entre los distintos activos y áreas geográficas se hace en base a la asignación de activos elaborada mensualmente por Amundi Asset Management. La cartera ofrece una inversión diversificada, con exposición a los principales activos del mercado y áreas geográficas, a la vez que fácilmente replicable, estando invertida en un máximo de 10 fondos. La revisión de su composición es trimestral y la valoración de su comportamiento frente al índice de referencia, mensual.
Cambios en la Cartera de Fondos Conservadora
- El primero ha sido reducir ligeramente el peso en deuda corporativa a favor de la deuda emergente, en busca de una mayor rentabilidad tras el excelente recorrido de la deuda privada de países desarrollados este año.
- El segundo cambio afecta a la posición que manteníamos hasta ahora en acciones americanas, reduciendo en un 5% el peso en el activo para todas las carteras. En EE.UU., la caída de la inversión asociada a una política de austeridad fiscal (si no solventan problema del precipicio fiscal) podría provocar una significante ralentización en la economía y en la creación de empleo. En consecuencia, hemos subido ligeramente el peso en acciones de países emergentes, donde las expectativas de crecimiento son mejores. La región está en una fase de transición hacia países de renta media, lo que implica un cambio en el modelo de crecimiento que consiste en una disminución de las exportaciones a favor de la demanda interna, en un contexto además de caída de la demanda global.
- El último cambio es la introducción de nuevo en las carteras de la renta variable japonesa para sustituir a la renta variable global. En el país de sol naciente, el nuevo partido al poder, el PLD, tiene actualmente dos objetivos; luchar contra la deflación y volver a hacer fuertes inversiones en obras públicas e infraestructuras. Respecto al primer objetivo, quiere que el banco central nipón tenga una política monetaria más agresiva y expansiva que favorezca decisivamente el debilitamiento del yen, lo que sería favorable a los activos japoneses. En su opinión, el objetivo de inflación se debería doblar al 2% desde el 1% actual.

Cartera modelo equilibrada de fondos de Self Bank
La cartera equilibrada está diseñada para un inversor que busca asumir un riesgo medio, con un horizonte de inversión superior a tres años.
Un 50% de la cartera está invertido en activos de rente fija y el 50% restante en valores de renta variable. Tanto en la parte de bonos como en la parte de acciones de la cartera, la distribución entre los distintos activos y áreas geográficas se hace en base a la asignación de activos elaborada mensualmente por Amundi Asset Management. La cartera ofrece una inversión diversificada, con exposición a los principales activos del mercado y áreas geográficas, a la vez que fácilmente replicable, estando invertida en un máximo de 10 fondos. La revisión de su composición es trimestral y la valoración de su comportamiento frente al índice de referencia, mensual.
Cambios en la Cartera de Fondos Equilibrada
- El primero ha sido reducir ligeramente el peso en deuda corporativa a favor de la deuda emergente, en busca de una mayor rentabilidad tras el excelente recorrido de la deuda privada de países desarrollados este año.
- El segundo cambio afecta a la posición que manteníamos hasta ahora en acciones americanas, reduciendo en un 5% el peso en el activo para todas las carteras. En EE.UU., la caída de la inversión asociada a una política de austeridad fiscal (si no solventan problema del precipicio fiscal) podría provocar una significante ralentización en la economía y en la creación de empleo. En consecuencia, hemos subido ligeramente el peso en acciones de países emergentes, donde las expectativas de crecimiento son mejores. La región está en una fase de transición hacia países de renta media, lo que implica un cambio en el modelo de crecimiento que consiste en una disminución de las exportaciones a favor de la demanda interna, en un contexto además de caída de la demanda global.
- El último cambio es la introducción de nuevo en las carteras de la renta variable japonesa para sustituir a la renta variable global. En el país de sol naciente, el nuevo partido al poder, el PLD, tiene actualmente dos objetivos; luchar contra la deflación y volver a hacer fuertes inversiones en obras públicas e infraestructuras. Respecto al primer objetivo, quiere que el banco central nipón tenga una política monetaria más agresiva y expansiva que favorezca decisivamente el debilitamiento del yen, lo que sería favorable a los activos japoneses. En su opinión, el objetivo de inflación se debería doblar al 2% desde el 1% actual.

Cartera modelo agresiva de fondos de Self Bank
La cartera agresiva está diseñada para un inversor que busca asumir un riesgo alto, con un horizonte de inversión superior a cinco años.
Un 30% de la cartera está invertido en activos de rente fija y el 70% restante en valores de renta variable. Tanto en la parte de bonos como en la parte de acciones de la cartera, la distribución entre los distintos activos y áreas geográficas se hace en base a la asignación de activos elaborada mensualmente por Amundi Asset Management. La cartera ofrece una inversión diversificada, con exposición a los principales activos del mercado y áreas geográficas, a la vez que fácilmente replicable, estando invertida en un máximo de 10 fondos. La revisión de su composición es trimestral y la valoración de su comportamiento frente al índice de referencia, mensual.
Cambios en la Cartera de Fondos Agresiva
Este año, los programas de expansión cuantitativa (QE) han propiciado resultados financieros claramente positivos en todas las clases de activos. Es improbable que esto se repita en 2013, si tenemos en cuenta que los efectos de la política monetaria expansiva están empezando a diluirse. De cara a 2013, hemos hecho tres cambios principales en nuestras carteras de fondos.
- El primero ha sido reducir ligeramente el peso en deuda corporativa a favor de la deuda emergente, en busca de una mayor rentabilidad tras el excelente recorrido de la deuda privada de países desarrollados este año.
- El segundo cambio afecta a la posición que manteníamos hasta ahora en acciones americanas, reduciendo en un 5% el peso en el activo para todas las carteras. En EE.UU., la caída de la inversión asociada a una política de austeridad fiscal (si no solventan problema del precipicio fiscal) podría provocar una significante ralentización en la economía y en la creación de empleo. En consecuencia, hemos subido ligeramente el peso en acciones de países emergentes, donde las expectativas de crecimiento son mejores. La región está en una fase de transición hacia países de renta media, lo que implica un cambio en el modelo de crecimiento que consiste en una disminución de las exportaciones a favor de la demanda interna, en un contexto además de caída de la demanda global.
- El último cambio es la introducción de nuevo en las carteras de la renta variable japonesa para sustituir a la renta variable global. En el país de sol naciente, el nuevo partido al poder, el PLD, tiene actualmente dos objetivos; luchar contra la deflación y volver a hacer fuertes inversiones en obras públicas e infraestructuras. Respecto al primer objetivo, quiere que el banco central nipón tenga una política monetaria más agresiva y expansiva que favorezca decisivamente el debilitamiento del yen, lo que sería favorable a los activos japoneses. En su opinión, el objetivo de inflación se debería doblar al 2% desde el 1% actual.
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